Postavke privatnosti

Por qué los humanos digieren el almidón: la evolución histórica de la dieta humana y la genética de la amilasa a lo largo de más de 800.000 años

La evolución de la dieta humana muestra que los genes de digestión del almidón presentes en la amilasa han sido cruciales para la adaptación humana a una dieta rica en carbohidratos desde antes de la agricultura.

Por qué los humanos digieren el almidón: la evolución histórica de la dieta humana y la genética de la amilasa a lo largo de más de 800.000 años
Photo by: Domagoj Skledar/ arhiva (vlastita)

Nuestro amor por los carbohidratos puede ser el resultado de una adaptación genética que comenzó hace más de 800,000 años, mucho antes de que nuestros antepasados desarrollaran la agricultura. Nuevas investigaciones revelan que los primeros humanos, incluidos los neandertales, poseían múltiples copias del gen amilasa (AMY1), que juega un papel crucial en la descomposición de alimentos ricos en almidón. Este gen permite la descomposición de carbohidratos complejos como el pan, las papas y los cereales ya en la cavidad bucal, asegurando una rápida absorción de energía. Esta adaptación evolucionó como respuesta a cambios dietéticos y ahora se considera uno de los factores clave que permitieron a los humanos adaptarse a diversas dietas en todo el mundo.


El análisis de ADN antiguo de muestras de hasta 45,000 años, incluidas las de Siberia, ha demostrado que los cazadores-recolectores preagrícolas tenían en promedio entre cuatro y ocho copias del gen AMY1. Esto indica que una amplia variabilidad del gen amilasa estaba presente mucho antes de que los humanos comenzaran a cultivar plantas y consumir cantidades mayores de almidón. Es interesante que tanto los neandertales como los denisovanos también poseían más copias de este gen, lo que sugiere que los cambios evolutivos ocurrieron antes de que las especies humanas modernas se separaran de estos antiguos parientes. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre los hábitos alimenticios de nuestros antepasados, así como sobre las presiones evolutivas que moldearon el metabolismo humano.


A medida que los humanos migraron de África a diferentes partes del mundo, las variaciones genéticas del gen amilasa les permitieron adaptarse a diferentes fuentes de alimento. En regiones más cálidas, donde las plantas estaban disponibles durante todo el año, el número de copias del gen AMY1 ayudó a las personas a digerir los alimentos ricos en almidón de manera más eficiente. En regiones más frías, donde la comida vegetal era más limitada, estas adaptaciones genéticas pueden no haber sido tan significativas. Sin embargo, durante la transición de sociedades de cazadores-recolectores a sociedades agrícolas, hubo un aumento en el consumo de almidón, y por ende, un aumento en el número de copias de genes.


La agricultura trajo cambios clave a la dieta humana. Debido a la expansión de cultivos ricos en almidón, como el trigo, el maíz y el arroz, el número de copias del gen AMY1 ha aumentado en los últimos miles de años. Las investigaciones han demostrado que los europeos han aumentado su número promedio de copias de genes de cuatro a siete en los últimos 12,000 años. Este aumento en el número de genes permitió una digestión más eficiente de los alimentos ricos en almidón, lo que garantizó un mejor acceso a la energía y ayudó a las personas a sobrevivir en condiciones de escasez de alimentos.


Los neandertales y los denisovanos también tenían más copias del gen amilasa, lo que indica que ellos también consumían cantidades significativas de alimentos ricos en almidón. El análisis del genoma de estos antiguos humanos reveló que las copias del gen AMY1 existían incluso antes de la divergencia entre los humanos modernos y los neandertales, lo que significa que esta adaptación genética es más antigua de lo que se pensaba originalmente. Este descubrimiento resalta aún más la importancia de la amilasa en la evolución humana y la adaptación a una dieta rica en carbohidratos.


El gen amilasa no solo juega un papel en la descomposición del almidón, sino que también afecta el sabor del pan y otros productos de panadería. La amilasa, una enzima producida en la saliva, descompone el almidón en azúcares simples, lo que realza el sabor y acelera la digestión. Esta capacidad fue clave en la evolución humana, ya que permitió a nuestros antepasados extraer más energía de los recursos disponibles y sobrevivir en entornos con comida limitada. Las comunidades agrícolas, especialmente en Europa, mostraron un aumento significativo en el número de copias del gen amilasa, lo que permitió una mejor digestión de los alimentos ricos en almidón que constituían una gran parte de su dieta.


Las investigaciones actuales continúan descubriendo la complejidad de las adaptaciones genéticas relacionadas con la amilasa. Los científicos están estudiando la relación entre el número de copias de este gen y diversas condiciones metabólicas, como la obesidad y la diabetes. Estas investigaciones podrían abrir nuevas posibilidades para entender el metabolismo humano y ayudar en el desarrollo de terapias dirigidas para enfermedades relacionadas con una dieta rica en carbohidratos. Las variaciones genéticas asociadas con la amilasa también proporcionan una visión de los cambios evolutivos que han dado forma a las poblaciones humanas en todo el mundo, destacando la importancia de esta adaptación enzimática en la historia humana.


Estos descubrimientos proporcionan información importante sobre cómo la dieta humana ha evolucionado a lo largo del tiempo y cómo los cambios genéticos han jugado un papel clave en nuestra adaptación a diferentes entornos. La evidencia sugiere que la capacidad para digerir almidón proporcionó a nuestros antepasados una ventaja evolutiva significativa, permitiéndoles tener una mejor nutrición y energía en tiempos de escasez de recursos. Los científicos continúan explorando las variaciones genéticas asociadas con la amilasa para comprender mejor su papel en la salud humana moderna y la evolución.

Fuente: University at Buffalo

Encuentra alojamiento cerca

Hora de creación: 21 octubre, 2024

Redacción de ciencia y tecnología

Nuestra Redacción de Ciencia y Tecnología nació de una pasión de muchos años por investigar, interpretar y acercar temas complejos a los lectores comunes. En ella escriben empleados y voluntarios que llevan décadas siguiendo el desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica, desde descubrimientos de laboratorio hasta soluciones que transforman la vida cotidiana. Aunque escribimos en plural, detrás de cada texto hay una persona real con amplia experiencia editorial y periodística, y un profundo respeto por los hechos y la información verificable.

Nuestra redacción fundamenta su trabajo en la convicción de que la ciencia es más fuerte cuando es accesible para todos. Por eso buscamos claridad, precisión y comprensión, sin simplificaciones que puedan perjudicar la calidad del contenido. A menudo pasamos horas estudiando investigaciones, documentos técnicos y fuentes especializadas para presentar cada tema de una forma que interese al lector sin sobrecargarlo. En cada artículo intentamos conectar el conocimiento científico con la vida real, mostrando cómo las ideas surgidas de centros de investigación, universidades y laboratorios tecnológicos moldean el mundo que nos rodea.

Nuestra larga experiencia periodística nos permite reconocer lo que realmente importa al lector, ya se trate de avances en inteligencia artificial, descubrimientos médicos, soluciones energéticas, misiones espaciales o dispositivos que entran en nuestra vida cotidiana antes de que podamos imaginar sus posibilidades. Nuestra mirada sobre la tecnología no es solo técnica; también nos interesan las historias humanas detrás de los grandes avances: investigadores que trabajan durante años para completar proyectos, ingenieros que convierten ideas en sistemas funcionales y visionarios que amplían los límites de lo posible.

En nuestro trabajo también nos guía un fuerte sentido de responsabilidad. Queremos que el lector pueda confiar en la información que ofrecemos, por lo que verificamos fuentes, comparamos datos y no publicamos con prisa cuando algo no está completamente claro. La confianza se construye más lentamente de lo que se escribe una noticia, pero creemos que solo este tipo de periodismo tiene un valor duradero.

Para nosotros, la tecnología es más que dispositivos y la ciencia más que teoría. Son campos que impulsan el progreso, moldean la sociedad y ofrecen nuevas oportunidades a quienes desean comprender cómo funciona el mundo hoy y hacia dónde se dirige mañana. Por eso abordamos cada tema con seriedad, pero también con curiosidad, porque la curiosidad abre la puerta a los mejores textos.

Nuestra misión es acercar a los lectores a un mundo que cambia más rápido que nunca, con la convicción de que el periodismo de calidad puede ser un puente entre expertos, innovadores y todos aquellos que desean entender lo que ocurre detrás de los titulares. En esto vemos nuestra verdadera tarea: convertir lo complejo en comprensible, lo lejano en cercano y lo desconocido en inspirador.

AVISO PARA NUESTROS LECTORES
Karlobag.eu ofrece noticias, análisis e información sobre eventos globales y temas de interés para lectores de todo el mundo. Toda la información publicada se ofrece únicamente con fines informativos.
Destacamos que no somos expertos en los ámbitos científico, médico, financiero ni legal. Por lo tanto, antes de tomar decisiones basadas en la información de nuestro portal, le recomendamos que consulte a expertos cualificados.
Karlobag.eu puede contener enlaces a sitios externos de terceros, incluidos enlaces de afiliados y contenidos patrocinados. Si compra un producto o servicio a través de estos enlaces, podemos recibir una comisión. No tenemos control sobre el contenido o las políticas de dichos sitios y no asumimos responsabilidad alguna por su exactitud, disponibilidad o por cualquier transacción realizada a través de ellos.
Si publicamos información sobre eventos o venta de entradas, tenga en cuenta que no vendemos entradas ni directamente ni a través de intermediarios. Nuestro portal informa únicamente a los lectores sobre eventos y oportunidades de compra a través de plataformas de venta externas. Conectamos a los lectores con socios que ofrecen servicios de venta de entradas, pero no garantizamos su disponibilidad, precios o condiciones de compra. Toda la información sobre las entradas es obtenida de terceros y puede estar sujeta a cambios sin previo aviso. Le recomendamos que verifique detenidamente las condiciones de venta con el socio seleccionado antes de realizar cualquier compra.
Toda la información en nuestro portal está sujeta a cambios sin previo aviso. Al utilizar este portal, usted acepta leer el contenido bajo su propio riesgo.