Treinta años después de su lanzamiento, el observatorio espacial SOHO sigue siendo el “ojo de la humanidad” en el Sol. Del 2 de diciembre de 1995 al 3 de diciembre de 2025, la misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA ha recorrido el camino desde un corto experimento planificado hasta una plataforma líder para la observación a largo plazo e ininterrumpida de nuestra vecina estelar. Situada a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en las cercanías del punto L1 del sistema Sol-Tierra, la nave Solar and Heliospheric Observatory (SOHO) asegura una vista única e ininterrumpida de las tormentas solares, los ciclos magnéticos y los cambios en la radiación solar que moldean el entorno espacial alrededor de nuestro planeta.
SOHO se ha convertido en sinónimo de perseverancia, ingenio de ingeniería y cooperación internacional. Después de perder la orientación y el contacto con la Tierra en 1998, la nave fue —gracias a una compleja búsqueda internacional y precisas intervenciones— restaurada a su funcionamiento. Posteriormente, en solo unos meses “aprendió” a volar sin giroscopios: las actualizaciones de ingeniería permitieron su estabilización mediante ruedas de reacción, rastreadores de estrellas y sensores solares. Con ello, SOHO se convirtió en la primera nave espacial estabilizada en tres ejes que opera rutinariamente sin giroscopios —una solución que cambió los estándares de gestión de misiones similares y extendió la vida de la misión por décadas.
Por qué precisamente L1: escenario para una “transmisión ininterrumpida” solar
El punto L1 proporciona un equilibrio gravitacional entre el Sol y la Tierra. Una nave en una órbita de halo alrededor de L1 no pasa por noches terrestres ni eclipses y tiene una vista constantemente “frontal” del Sol. Debido a esto, SOHO se convirtió desde sus inicios en una fuente de imágenes continuas y datos en tiempo real. Desde la radiometría de la irradiancia solar total (TSI) del instrumento VIRGO, pasando por las mediciones heliosismológicas (MDI) que “escuchan” las oscilaciones solares, hasta las espectaculares secuencias del coronógrafo LASCO que revelan la corona y las salidas de eyecciones de masa coronal (CME) —los conocimientos de SOHO entran en trabajos científicos, pronósticos operativos del clima espacial y materiales educativos en todo el mundo.
Hitos científicos: del interior del Sol al sistema de alarma para la Tierra
Heliosismología: primera vez “bajo la piel” de una estrella
SOHO abrió la puerta a la heliosismología —una disciplina que estudia el Sol a través del viaje de las ondas sonoras por su interior. El instrumento MDI (Michelson Doppler Imager) permitió los primeros mapas detallados de los flujos de plasma bajo la fotosfera, revelando estructuras similares a corrientes en chorro así como “vientos” globales en la zona de convección. Las series combinadas de MDI (SOHO) y HMI (SDO) también resolvieron un dilema de larga data sobre los grandes flujos meridionales: en lugar de múltiples células, en cada hemisferio solar domina una inmensa “cinta transportadora” que guía el plasma desde el ecuador hacia los polos y profundamente de regreso hacia el ecuador, en un ciclo de una longitud cercana a los 22 años. Tal dinámica conecta naturalmente los flujos internos y el ciclo magnético solar y explica por qué los cinturones de manchas migran hacia el ecuador con el tiempo.
Cuán establemente brilla el Sol: TSI frente a EUV variable
La irradiancia solar total (TSI) —energía por metro cuadrado en la cima de la atmósfera terrestre— cambia relativamente poco: en el orden de aproximadamente el 0,1% durante un ciclo típico de once años. Una larga y cuidadosamente calibrada serie de mediciones VIRGO de la nave SOHO permitió comparaciones con otros instrumentos radiométricos y consolidó valores de referencia para estudios climáticos. A diferencia de la TSI, la radiación ultravioleta extrema (EUV) y los rayos X blandos varían mucho más fuertemente: a través de la mayoría del espectro EUV los cambios son aproximadamente el doble entre el mínimo y el máximo de actividad, y en longitudes de onda más cortas y rayos X alcanzan factores aún mayores. Esta variabilidad calienta e ioniza directamente la atmósfera superior, afectando la expansión de las órbitas satelitales, las comunicaciones por radio y la precisión GNSS.
LASCO y pronóstico del clima espacial: de la ciencia a las operaciones
LASCO es un coronógrafo —un telescopio con un disco ocultador que bloquea la deslumbrante fotosfera, revelando la extremadamente tenue corona. En sus cuadros, las CME se ven como inmensas “tapas” de plasma y campo magnético desprendiéndose del Sol. Estas secuencias sirven como entrada para modelos operativos como WSA-Enlil, que determinan si y cuándo el impacto de una onda de choque y un cambio en el viento solar llegarán a la Tierra. La ventana de advertencia habitual oscila entre 1 y 4 días, dependiendo de la velocidad y geometría de la eyección y las condiciones interplanetarias. El centro estadounidense de predicción del clima espacial (NOAA/SWPC) utiliza sistemáticamente LASCO en operaciones desde 2011, y una nueva generación de coronógrafos operativos (p. ej. CCOR-1) fortalece aún más este vínculo entre la ciencia y la vigilancia diaria.
Éxito inesperado: 5000 cometas —y más
SOHO se ha convertido también en el “cazador de cometas” más prolífico de la historia. Gracias al proyecto de ciencia ciudadana Sungrazer, voluntarios de todo el mundo revisan sistemáticamente las imágenes de LASCO y reportan descubrimientos. En marzo de 2024, el catálogo alcanzó el cometa número 5000, con lo que SOHO consolidó el título de descubridor de cometas más exitoso de todos los tiempos. Y 2024 estuvo además marcado por el espectacular paso del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS) a través del campo de visión de LASCO —durante fuertes erupciones en el Sol— cuando se registró una estela de polvo única y estrecha visible en todo el cuadro.
Datos abiertos y legado de instrumentación
SOHO también moldeó la filosofía de datos abiertos y la “matriz” de instrumentación para la generación que sigue. Solar Orbiter capta imágenes de los polos del Sol desde latitudes heliográficas más altas y vuela mucho más cerca del Sol que SOHO, mientras que el Solar Dynamics Observatory (SDO) continúa la tradición de imágenes de disco completo y heliosismología de alta resolución. En configuraciones “multipunto”, junto con la sonda de la NASA Parker Solar Probe, las misiones crean un puente entre las fuentes de erupciones y las mediciones en el viento solar —una sinergia que permite comparaciones, verificación de modelos y una comprensión más profunda de las conexiones solar-terrestres.
Cinco acentos destacados de los últimos años
1) Una “cinta transportadora” por hemisferio
Los registros acumulativos de MDI (SOHO) y HMI (SDO) mostraron que la circulación meridional en cada hemisferio forma en promedio una gran célula con un circuito completo del orden de 22 años. Esa imagen explica elegantemente la migración del cinturón de manchas hacia el ecuador a través del ciclo y conecta fuertemente los flujos internos, la regeneración del campo magnético y las manifestaciones superficiales de la actividad.
2) TSI: pequeño cambio, gran importancia; EUV: gran “swing”
Las mediciones de VIRGO mostraron que la TSI varía alrededor del 0,1% a través del ciclo —poco, pero consistente y climáticamente relevante. Por el contrario, la radiación EUV típicamente se duplica entre el mínimo y el máximo, y en las ondas más cortas y la región de rayos X las fluctuaciones son aún mayores. Estos cambios se reflejan directamente en la termosfera e ionosfera, con consecuencias para la dinámica satelital, los enlaces de radio y el posicionamiento.
3) Del laboratorio a la ley
En EE. UU. en 2020 se adoptó la ley PROSWIFT, que fortalece el sistema nacional de observación y pronóstico del clima espacial. Aunque es un marco general, en la práctica operativa las imágenes de LASCO se han convertido desde hace mucho en una entrada clave para los pronósticos de la NOAA y las simulaciones WSA-Enlil que dan 1–4 días de advertencia para posibles tormentas geomagnéticas.
4) Cometa 5000 —la corona de la ciencia ciudadana
Marzo de 2024 trajo el cometa número 5000 en el catálogo de SOHO —un umbral histórico logrado gracias a miles de voluntarios. Además, el otoño de 2024 entregó un espectáculo visual: Tsuchinshan–ATLAS en el mismo cuadro con potentes erupciones, lo que LASCO registró con detalles excepcionales.
5) Proba-3 y Vigil: mirada más allá del horizonte de hoy
La misión Proba-3 de la ESA demostró en 2025 los primeros “eclipses artificiales” controlados —dos satélites en formación precisa creando una ocultación artificial durante horas y abriendo la vista a la corona más interna. El siguiente paso para la comunidad operativa es Vigil, la primera misión europea prevista para una vigilancia “lateral” constante del Sol desde las cercanías del punto de Lagrange L5, lo que permitirá detecciones más tempranas de erupciones que apenas emergen en dirección a la Tierra.
SOHO hoy: infraestructura sin la cual difícilmente se puede estar
Treinta años después del lanzamiento, SOHO sigue siendo el fundamento de la “conciencia situacional” solar. LASCO permanece como el único instrumento espacial que proporciona continuamente imágenes de alta frecuencia de la corona desde la dirección de la Tierra; otros instrumentos (p. ej. SEM, CELIAS, ERNE) aseguran datos sobre radiación y partículas en tiempo real. Las animaciones públicas y los clips rápidos GIF/MPEG, disponibles para todos, permiten que profesionales y entusiastas sigan los eventos casi como en una sala de control.
Qué sigue
Mientras se acerca el final formal de 2025, SOHO continúa entregando datos valiosos y contexto sin los cuales sería difícil entender los registros de Solar Orbiter y Parker Solar Probe. Incluso cuando la nave algún día se silencie, su archivo permanecerá como el estándar de oro: desde la TSI calibrada por VIRGO y largas series de CME hasta la estadística de miles de cometas. En el sentido operativo, una nueva generación de instrumentos (como CCOR-1) y Vigil desde un ángulo “lateral” complementarán la imagen —construyendo sobre el legado de una misión que mostró que los resultados más duraderos surgen cuando la ciencia, la ingeniería y los datos abiertos trabajan juntos.
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Hora de creación: 2 horas antes