El número de planetas confirmados fuera de nuestro Sistema Solar, conocidos como exoplanetas, ha alcanzado un nuevo e impresionante hito de 6.000, según ha anunciado la NASA. Esta cifra, que se actualiza constantemente en el Archivo de Exoplanetas de la NASA, representa la culminación de décadas de investigación incansable y avance tecnológico, cambiando por completo nuestra concepción del universo y nuestro lugar en él. Es importante destacar que no existe un único planeta específico que ostente el título de "el seis milésimo", sino que se trata de un proceso continuo de confirmación de descubrimientos por parte de científicos de todo el mundo. Este archivo, que sigue meticulosamente cada nuevo descubrimiento, está gestionado por el Instituto de Ciencias de Exoplanetas de la NASA (NExScI), ubicado dentro del centro IPAC de Caltech en Pasadena, California.
Además de los 6.000 mundos confirmados, hay más de 8.000 candidatos potenciales en espera de verificación, lo que indica que apenas hemos arañado la superficie en la catalogación de la riqueza planetaria de nuestra galaxia. Estos logros subrayan el ritmo acelerado de los descubrimientos, especialmente en la última década, y sientan las bases para responder a una de las preguntas más profundas de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?
Un hito en la exploración espacial
Shawn Domagal-Goldman, director interino de la División de Astrofísica en la sede de la NASA en Washington, destaca que este hito simboliza décadas de exploración cósmica liderada por los telescopios espaciales de la NASA. "Es una investigación que ha cambiado fundamentalmente la forma en que la humanidad mira el cielo nocturno", dijo. "Paso a paso, desde el descubrimiento mismo hasta la caracterización detallada, las misiones de la NASA han construido la base para resolver una pregunta fundamental. Ahora, con las próximas misiones como el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman y el futuro Observatorio de Mundos Habitables, América liderará el próximo salto gigante: el estudio de mundos similares al nuestro alrededor de estrellas similares a nuestro Sol. Es la promesa de un descubrimiento que nos une a todos".
Este éxito llega exactamente 30 años después del descubrimiento del primer exoplaneta alrededor de una estrella similar al Sol, en 1995. Aunque ya se habían identificado planetas alrededor de púlsares (restos de estrellas que han agotado su combustible) antes de eso, a principios de los noventa, el descubrimiento de 1995 desencadenó una verdadera revolución. Aunque los científicos estiman que solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay miles de millones de planetas, encontrarlos y confirmarlos sigue siendo una tarea extremadamente exigente.
Diversidad de mundos: Más de lo que podríamos haber imaginado
A medida que aumenta el número de exoplanetas conocidos, los científicos obtienen una mejor visión de la población general de planetas en la galaxia y pueden compararla con nuestra "vecindad cósmica". Por ejemplo, mientras que nuestro Sistema Solar tiene un número aproximadamente igual de gigantes rocosos y gaseosos, parece que los planetas rocosos son estadísticamente mucho más comunes en el universo. Pero lo que más fascina es la increíble diversidad de tipos planetarios que no tienen equivalente en nuestro sistema.
Se han descubierto mundos que desafían nuestra intuición. Existen los llamados "Júpiteres calientes", gigantes gaseosos del tamaño de Júpiter que orbitan sus estrellas a distancias menores que la de Mercurio al Sol, con años que duran solo unos pocos días terrestres. Se han encontrado planetas que orbitan dos estrellas simultáneamente, como Tatooine de "Star Wars", y también planetas que no orbitan ninguna estrella, los llamados planetas errantes (rogue planets), que vagan solos por la fría oscuridad del espacio interestelar. Se han descubierto mundos cubiertos de océanos de lava, planetas con la densidad del poliestireno y aquellos cuyas nubes están compuestas de gemas como rubíes y zafiros.
"Cada uno de los diferentes tipos de planetas que descubrimos nos proporciona información sobre las condiciones en las que se pueden formar los planetas y, en última instancia, cuán comunes podrían ser los planetas como la Tierra y dónde deberíamos buscarlos", explica Dawn Gelino, directora del Programa de Exploración de Exoplanetas (ExEP) de la NASA. "Si queremos saber si estamos solos en el universo, todo este conocimiento es de crucial importancia".
Métodos de caza de planetas: Cómo los científicos "ven" lo invisible
Encontrar estos mundos lejanos requiere un ingenio excepcional, ya que los exoplanetas son increíblemente pequeños y tenues en comparación con el brillo de sus estrellas anfitrionas. Menos de 100 exoplanetas han sido fotografiados directamente hasta ahora, ya que la mayoría se pierde en el resplandor de la luz estelar. Por lo tanto, los científicos se basan en varios métodos de detección indirecta ingeniosos.
- Método de tránsito: Este es el método más productivo hasta la fecha, responsable de miles de descubrimientos. Los astrónomos monitorean el brillo de una estrella y buscan pequeñas y periódicas atenuaciones. La atenuación ocurre cuando un planeta, desde nuestra perspectiva, pasa por delante de su estrella, bloqueando una fracción de su luz. Misiones como el legendario telescopio Kepler y su sucesor TESS se especializan en este método.
- Método de la velocidad radial (espectroscopia Doppler): Este método no observa el planeta, sino su efecto sobre la estrella. A medida que un planeta orbita, su gravedad provoca que la estrella se "tambalee" ligeramente. Este bamboleo causa cambios en el color de la luz de la estrella (efecto Doppler) que los instrumentos sensibles en la Tierra pueden detectar.
- Microlente gravitacional: Esta técnica utiliza un fenómeno predicho por la teoría de la relatividad general de Einstein. Cuando una estrella pasa por delante de otra estrella más distante, su campo gravitacional actúa como una lente, curvando y amplificando la luz de la estrella de fondo. Si la estrella-lente tiene un planeta, su propia gravedad creará un destello adicional y más corto en la amplificación de la luz.
- Astrometría: Es la medición precisa de la posición de una estrella en el cielo. Si una estrella tiene un planeta, este provocará un desplazamiento diminuto, pero medible, de la estrella en su movimiento a través del cielo.
Dado que las señales también pueden ser causadas por otros fenómenos, cada candidato a exoplaneta debe pasar por un riguroso proceso de confirmación, a menudo utilizando telescopios y métodos adicionales, lo que puede llevar tiempo. Por eso, el Archivo de Exoplanetas de la NASA tiene una larga lista de candidatos. "Realmente necesitamos la colaboración de toda la comunidad si queremos maximizar nuestras inversiones en misiones que producen candidatos a exoplanetas", dice Aurora Kesseli de NExScI.
El futuro de la exploración: En busca de otra Tierra
El ritmo de descubrimiento de exoplanetas ha crecido exponencialmente (el archivo alcanzó los 5.000 planetas confirmados hace solo tres años), y se espera que esta tendencia continúe. Los científicos esperan con impaciencia miles de nuevos candidatos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como del próximo Telescopio Espacial Nancy Grace Roman. Roman descubrirá miles de nuevos exoplanetas principalmente utilizando la técnica de microlente gravitacional.
En la NASA, el futuro de la ciencia de los exoplanetas se centra en encontrar planetas rocosos similares a la Tierra y estudiar sus atmósferas en busca de bioseñales, cualquier signo, elemento, molécula o característica que pueda servir como evidencia de vida pasada o presente. El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ya ha analizado la composición química de las atmósferas de más de 100 exoplanetas, proporcionando conocimientos increíbles. Sin embargo, estudiar las atmósferas de planetas del tamaño y la temperatura de la Tierra requerirá una nueva generación de tecnología.
El principal desafío es separar la débil luz del planeta del brillo cegador de su estrella. Por ejemplo, el Sol es aproximadamente 10 mil millones de veces más brillante que la Tierra, lo que sería más que suficiente para ocultar por completo la luz de nuestro planeta a un observador distante.
El telescopio Roman llevará un instrumento de demostración llamado Roman Coronagraph, que probará nuevas tecnologías para bloquear la luz estelar y permitir la obtención de imágenes de planetas tenues. Junto con los avances en la tecnología de coronógrafos, la NASA está desarrollando un concepto para una futura misión, actualmente denominada Habitable Worlds Observatory (HWO), cuyo objetivo principal será precisamente ese: obtener imágenes directas de planetas similares a la Tierra y analizar sus atmósferas en busca de signos de vida.
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