El pasado sábado, 9 de agosto de 2025, quedará inscrito con letras de oro en las crónicas de la ciudad de Poreč, convirtiendo su céntrica Plaza de la Libertad (Trg slobode) en el epicentro de pura magia musical. En una noche llena de espíritu mediterráneo y una atmósfera eléctrica, miles de visitantes y residentes de la ciudad presenciaron un espectáculo rara vez visto. Bajo el cielo estrellado, el escenario fue dominado por la impresionante banda de trece miembros "Diavolo in Noi", una banda tributo que no solo interpreta fielmente la música del legendario Zucchero Sugar Fornaciari, sino que también logra recrear y transmitir la esencia misma de su arte. Fue una noche en la que Poreč, conocida por su hospitalidad y su rica oferta turística (encuentre el alojamiento ideal en Poreč y experimente toda su belleza), respiró al ritmo del blues, el rock y notas cubanas inesperadas pero perfectamente integradas.
La organización de este evento musical, que superó todas las expectativas, es el resultado de una exitosa colaboración entre la Comunidad de los Italianos de Poreč, la Unión Italiana de Rijeka y la Oficina de Turismo de la Ciudad de Poreč, con el apoyo crucial de la región autónoma de Friuli-Venecia Julia, realizado a través de la Universidad Popular de Trieste. Su esfuerzo conjunto resultó en un concierto gratuito de producción de primer nivel que atrajo a un público de todas las edades, desde los más jóvenes que apenas descubrían la obra de Zucchero, hasta los mayores que habían vivido algunos de los momentos más importantes de sus vidas con sus canciones.
La energía de Italia y el Caribe en el corazón de Istria
Lo que distingue a "Diavolo in Noi" del mar de bandas tributo es su increíble sinergia musical y su dedicación al detalle. El grupo, compuesto por 13 músicos experimentados de Trieste y sus alrededores, no se reunió solo para tocar éxitos famosos. Su misión, que cumplieron con increíble pasión esa noche en Poreč, es crear una experiencia "en vivo" que refleje fielmente la atmósfera de los conciertos del más grande bluesman italiano. El líder de la banda, cuyo color vocal y movimiento escénico recuerdan increíblemente al propio Zucchero, guio al público sin esfuerzo a través de un viaje musical. La particularidad de su expresión radica en enriquecer los arreglos clásicos con ritmos cubanos exóticos y contagiosos. Esta decisión no es casual; es un homenaje al legendario concierto de Zucchero celebrado en La Habana en 2012. Es precisamente esta amplitud de repertorio, posible gracias al gran número de músicos en el escenario, incluida una potente sección de vientos y coros, la que le dio al concierto en Poreč la dimensión de un evento musical de clase mundial.
El sonido fue impecable, y la energía que la banda irradiaba desde el escenario se desbordó sobre la plaza, creando olas de éxtasis colectivo. Cada nota tocada, cada adorno vocal, testificaba horas y horas de práctica y un profundo respeto por el material original. No eran meras copias; eran reinterpretaciones llenas de alma, que conservaban la melancolía y la fuerza bruta reconocibles de Zucchero, pero también les añadían su propio sello único.
Éxitos atemporales que unieron a generaciones
El repertorio del concierto fue una compilación cuidadosamente seleccionada de los mayores éxitos de la rica carrera de Adelmo Fornaciari. Desde los primeros compases, la Plaza de la Libertad se convirtió en una enorme pista de baile y coro. Se sucedieron canciones que han marcado las últimas décadas, y el público recibió cada una de ellas con entusiasmo. La emotiva balada "Diamante", con su letra melancólica, trajo un momento de introspección y unión, mientras que la enérgica "Con le mani" levantó las manos de todos los presentes, creando una imagen para el recuerdo. La euforia absoluta llegó con el éxito mundial "Baila (Sexy Thing)", cuyo ritmo reconocible hizo bailar hasta a los más tímidos. La culminación de esta explosión rítmica fue la interpretación de la canción "Diavolo in me", que con su arrolladora energía de rock confirmó por qué Zucchero es uno de los artistas italianos más longevos y respetados. El público cantó al unísono, superando el potente sistema de sonido y mostrando una profunda conexión con una música que no conoce barreras lingüísticas ni generacionales. Una estancia en esta ciudad ofrece la oportunidad de disfrutar de noches tan inolvidables, por lo que el alojamiento en Poreč es la opción ideal para sus vacaciones de verano.
Un momento para el recuerdo: Un dúo emotivo que tocó el alma
Aunque todo el concierto estuvo a un nivel excepcionalmente alto, el momento que seguramente será más recordado y comentado ocurrió a mitad de la velada. El joven tenor istriano Kristian Marušić subió al escenario como invitado sorpresa. Su aparición despertó una ola de curiosidad, y luego siguió la pura magia. Marušić, nativo de la cercana Grožnjan, es un joven cuya historia de vida parece casi cinematográfica: desde trabajar en un taller mecánico hasta los escenarios de los teatros de ópera. Su camino, guiado por la pasión y un talento increíble, lo llevó esa noche ante el público de Poreč.
Junto con el líder de la banda, Marušić interpretó "Miserere", una de las canciones más exigentes y emotivas del repertorio de Zucchero. Se trata de un dúo legendario que Zucchero grabó originalmente con el irrepetible maestro Luciano Pavarotti. El desafío era enorme, pero Marušić lo abordó con respeto y una asombrosa potencia vocal. Su voz de tenor educada y penetrante se entrelazó con la ronquera bluesera del líder, creando una interpretación conmovedora que llegó al corazón de cada oyente. Mientras se intercambiaban versos sobre el dolor, la esperanza y la redención, un silencio total se apoderó de la plaza, interrumpido solo por suspiros de admiración. Cuando Marušić desató todo el potencial de su voz, alcanzando las notas altas con facilidad y precisión, estalló un atronador aplauso que duró minutos. Fue el abrazo más cálido posible del público para el joven artista, una confirmación de su extraordinario talento y carisma, y el clímax emocional de la noche que a muchos les sacó las lágrimas. Esta actuación fue también una prueba de que la ciudad de Poreč ofrece un escenario no solo a estrellas consagradas, sino también a jóvenes talentos que representan el futuro de la música.
Esta noche confirmó que "Diavolo in Noi" no es solo una banda tributo. Son una auténtica experiencia musical, un colectivo de músicos de primer nivel que transmiten con increíble pasión y respeto el espíritu, el alma y la energía de la música de Zucchero. Al mismo tiempo, el evento fue también una celebración de la fuerza artística local, brindando un merecido reconocimiento y un escenario a un talento excepcional como Kristian Marušić. Fue una combinación que creó un recuerdo inolvidable y estableció altos estándares para futuros eventos musicales en la costa de Istria.
ALOJAMIENTO CERCANO
Poreč
Poreč, Croacia
Hora de creación: 4 horas antes