El prestigioso diario británico The Guardian dedicó recientemente un extenso reportaje a la isla de Vis, destacándola como una perla por descubrir del Adriático que ofrece el escape perfecto del turismo de masas. La autora del artículo, Mary Novakovich, llevó a sus lectores a un viaje a través de esta, como ella la describe, joya del sur del Adriático, revelando sus rincones ocultos, playas tranquilas y auténtica oferta gastronómica. Su retrato de Vis como un destino que cultiva un ritmo de vida lento y relajado resuena fuertemente entre los viajeros modernos, especialmente aquellos del mercado británico que buscan cada vez más experiencias impregnadas de cultura local y naturaleza intacta.
Este artículo afirmativo contribuye significativamente a la promoción de Croacia en la escena global, y es particularmente importante dado el continuo interés de los turistas británicos. Los datos de lo que va de año, hasta finales de agosto de 2025, muestran que los huéspedes del Reino Unido han realizado en Croacia más de 612 mil llegadas y unas impresionantes 3 millones de pernoctaciones. Estas cifras representan un aumento del 1% en las llegadas y del 3% en las pernoctaciones en comparación con el mismo período del año pasado, lo que confirma una tendencia estable y creciente en la popularidad de los destinos croatas entre los británicos.
Bellezas naturales que quitan el aliento
La periodista de The Guardian describió con especial entusiasmo las bellezas naturales de la isla, destacando su costa accidentada y su mar cristalino. El foco de su historia se centró en algunas de las calas más famosas, pero también en las más recónditas de Vis. Un lugar especial en el reportaje lo ocupa la cala de Stiniva, una playa que hace unos años fue declarada la más bella de Europa. Su dramática entrada, donde dos altos acantilados de piedra casi cierran el paso desde el mar, crea la impresión de un anfiteatro natural y esconde un oasis de guijarros en su interior. A Stiniva se puede llegar en barco o por un "sendero de cabras" más exigente, lo que solo aumenta la sensación de exclusividad y aventura.
También se mencionó la playa de Srebrna, situada cerca del pueblo de Rukavac en el lado sureste de la isla. Debe su nombre a los grandes guijarros blancos que las olas del mar abierto han moldeado durante milenios, y que bajo la luz de la luna adquieren un brillo plateado. Con su amplitud y la sombra natural del pinar, Srebrna es un lugar ideal para familias y para todos aquellos que buscan paz y conexión con la naturaleza. Junto a ella, se describieron también las bellezas de las calas de Tepluš y Ruda, lugares más pequeños e íntimos que ofrecen el refugio perfecto para relajarse y nadar.
El fenómeno de la Cueva Azul
Un punto ineludible de cualquier visita a Vis, y por tanto del reportaje de The Guardian, es la Cueva Azul en la cercana isla de Biševo. Este fenómeno geomorfológico atrae a visitantes de todo el mundo con su irreal color azul. La luz que penetra a través de una abertura submarina se refracta y se refleja en el fondo, creando un efecto mágico que tiñe de plata todos los objetos en el mar y llena el interior de la cueva de un azul intenso. La visita a esta maravilla natural se organiza en pequeñas barcas y representa una experiencia única que se recuerda toda la vida.
Explorando el interior y la rica historia
La isla de Vis no es solo costa; su interior esconde colinas cubiertas de viñedos, olivares y campos de cultivos autóctonos. Conducir por las carreteras estrechas y sinuosas, como afirma la autora, es una experiencia en sí misma. Estas carreteras conectan pueblos pintorescos y conducen a cimas desde las que se ofrecen vistas inolvidables. Es precisamente en el interior de la isla, lejos del bullicio del verano, donde se puede sentir el verdadero y auténtico espíritu de Vis, donde la vida transcurre a un ritmo más lento y tradicional. Muchos visitantes se deciden precisamente por el alojamiento en el interior de Vis para experimentar esa paz.
El patrimonio militar como atracción turística
Lo que hace única a Vis en el Adriático es su historia específica. Durante más de 40 años, hasta 1989, la isla estuvo cerrada a los visitantes extranjeros porque servía como base militar estratégica del Ejército Popular Yugoslavo. Este aislamiento, aunque ralentizó el desarrollo económico, también preservó la isla de la construcción excesiva y del turismo de masas. Hoy, ese patrimonio militar se ha convertido en una atracción turística de primer nivel. Los tours militares organizados llevan a los visitantes a través de un laberinto de túneles subterráneos, refugios y búnkeres, incluyendo un impresionante refugio para submarinos conocido como "Jastog" (Langosta) y antiguas bases de misiles. Estos tours ofrecen una visión fascinante del turbulento pasado del siglo XX y revelan los secretos de la isla que durante décadas fue una "ciudad prohibida".
Gastronomía que cuenta la historia de la isla
Uno de los elementos clave del encanto de Vis, que The Guardian destacó especialmente, es su escena enogastronómica. La isla alberga numerosos restaurantes y tabernas con encanto, a menudo situados junto al mar, donde se sirven platos preparados con ingredientes frescos y locales. Las especialidades de pescado, como el pescado a la parrilla, el brodet (guiso de pescado) o los platos cocinados bajo la peka (una tapa de hornear tradicional), son la base de la cocina de Vis. Destaca especialmente la Viška pogača, un plato autóctono de masa fermentada relleno de anchoas saladas, y su versión más rica, la Komiška pogača, que también incluye tomate.
Vis también es conocida por sus variedades de vino autóctonas. La Vugava, una variedad blanca que crece exclusivamente en Vis, da un vino fuerte y aromático con notas de miel, mientras que el tinto Plavac mali, cultivado en las laderas soleadas de la isla, es sinónimo de vinos tintos dálmatas de calidad. Una visita a los bodegueros locales y una cata de sus productos es parte indispensable de la experiencia de la isla, ofreciendo un viaje a través de los sabores y olores del Mediterráneo. Muchas tabernas y restaurantes en las ciudades de Vis y Komiža ofrecen platos auténticos, y en sus alrededores es fácil encontrar el apartamento o la habitación adecuados.
El encanto de las ciudades de Vis y Komiža
Los dos principales centros de la isla, Vis y Komiža, cuentan cada uno a su manera una historia de rica historia y cultura. La ciudad de Vis, situada en una profunda bahía, con sus barrios de Kut y Luka, emana la elegancia de los palacios de piedra y las calles estrechas. Su paseo marítimo es tranquilo durante el día, mientras que por la noche se transforma en un animado paseo. Al otro lado de la isla, Komiža es un arquetípico pueblo de pescadores, acurrucado al pie del monte Hum, con casas que descienden hasta el mismo puerto. Su pintoresco paseo marítimo está lleno de restaurantes que ofrecen pescado recién capturado, y en el Museo de la Pesca, ubicado en una antigua fortaleza veneciana, se puede aprender todo sobre la larga tradición pesquera de esta zona. Ambas ciudades ofrecen una variedad de opciones de alojamiento, desde villas de lujo hasta encantadores apartamentos en antiguas casas de piedra.
El artículo de The Guardian confirma lo que muchos ya saben: Vis es un destino con carácter, una isla que ofrece más que sol y mar. Su combinación de naturaleza espectacular, historia única, gastronomía auténtica y ambiente relajado la convierte en el refugio perfecto para los viajeros que buscan una experiencia verdadera e inolvidable.
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Hora de creación: 6 horas antes