La adicción a los opioides representa un creciente desafío de salud pública en todo el mundo, que a menudo comienza de forma insidiosa mediante el uso de medicamentos recetados para aliviar el dolor crónico, una afección que afecta a millones de personas. Este problema trasciende la mera dependencia física; profundiza en los mecanismos neurobiológicos del cerebro, secuestrando la capacidad del individuo para experimentar alegría y placer en las experiencias cotidianas y naturales. A medida que avanza la adicción, el cerebro se vuelve menos sensible a las recompensas naturales, creando un estado conocido como anhedonia: la pérdida de la capacidad de disfrutar. Este sentimiento interno de vacío y embotamiento emocional a menudo impulsa a las personas a tomar dosis crecientes de opioides en busca de una fugaz sensación de alivio o normalidad, cerrando así el círculo vicioso de la adicción.
A la luz de este complejo problema, los científicos y médicos buscan constantemente enfoques terapéuticos más eficaces. Un enfoque que muestra resultados excepcionalmente prometedores es el Mindfulness-Oriented Recovery Enhancement (MORE), una terapia innovadora basada en la evidencia. Desarrollado por el Dr. Eric Garland, distinguido profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y titular de una cátedra en el Instituto Sanford para la Empatía y la Compasión, MORE representa un modelo de tratamiento integrador. Este enfoque combina de forma única el entrenamiento de la atención plena (mindfulness), las técnicas de terapia cognitivo-conductual (TCC) y los principios de la psicología positiva para abordar simultáneamente aspectos clave del problema: la adicción en sí, la angustia emocional acompañante y el dolor crónico a menudo presente.
Una nueva investigación confirma la capacidad de la terapia MORE para "remodelar" el cerebro
El último estudio, cuyos resultados se publicaron el 30 de abril de 2025 en la prestigiosa revista científica Journal of the American Medical Association (JAMA), proporciona pruebas sólidas de los efectos neurobiológicos de la terapia MORE. Investigadores de UC San Diego descubrieron que MORE puede ayudar literalmente a "remodelar" las respuestas cerebrales a las fuentes naturales y saludables de placer. Este hallazgo sugiere que la terapia no solo funciona a nivel sintomático, sino que promueve cambios fundamentales en el funcionamiento del cerebro en personas adictas a los opioides.
En el estudio participaron 160 personas que padecían dolor crónico, algunas de las cuales tenían diagnosticado un trastorno por consumo de opioides (OUD), mientras que otras no. Los participantes fueron reclutados en centros de atención primaria y clínicas del dolor. Todos completaron cuestionarios específicos y realizaron una tarea de regulación de emociones positivas (tarea ER). Una parte clave del estudio incluyó un subgrupo de participantes con riesgo de abuso de opioides que fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: uno recibió terapia MORE individual durante ocho semanas, mientras que el otro participó en una terapia de grupo de apoyo estándar. Después del ciclo terapéutico, los participantes volvieron a realizar la tarea ER y el seguimiento mediante cuestionarios continuó durante tres meses.
Los resultados fueron sorprendentemente claros: los participantes con OUD mostraron dificultades significativas para potenciar las emociones positivas. Esto se manifestó a través de respuestas cerebrales debilitadas (medidas por electroencefalograma, específicamente el potencial positivo tardío - LPP) cuando intentaban saborear conscientemente y profundizar la experiencia de imágenes que representan objetos y experiencias naturalmente gratificantes, como bebés sonrientes, cachorros o una hermosa puesta de sol. Este embotamiento o incapacidad para experimentar plenamente las emociones positivas estaba directamente relacionado con un deseo más intenso de opioides. Sin embargo, la terapia MORE demostró la capacidad de sanar esta incapacidad para disfrutar. En los participantes que se sometieron a la terapia MORE se registró un aumento significativo de las respuestas cerebrales a los estímulos positivos. Lo más importante es que esta mejora en la capacidad neurofisiológica para disfrutar se asoció con un nivel de deseo de opioides un 50% menor en comparación con los participantes del grupo de apoyo.
"La adicción a los opioides disminuye la capacidad del cerebro para experimentar placer natural y saludable, lo que a su vez impulsa un mayor deseo por la droga", explicó el Dr. Garland, autor principal del estudio. "Nuestra investigación demuestra que MORE ayuda a restaurar esa capacidad, reduciendo el deseo y previniendo potencialmente el abuso de opioides". Estos hallazgos sugieren que MORE puede desempeñar un papel crucial para ayudar a las personas con OUD a recuperar el control sobre sus emociones y deseos, abriendo el camino hacia la reducción o el cese del abuso de opioides.
Mecanismos de acción: Más que atención plena
El éxito de la terapia MORE radica en su sofisticada síntesis de diversas técnicas terapéuticas dirigidas a los mecanismos fundamentales de la adicción y el dolor. La terapia enseña habilidades específicas de atención plena (mindfulness) que ayudan a las personas a reconocer y regular las reacciones automáticas al deseo y al dolor. En lugar de sentirse abrumados por sensaciones o pensamientos desagradables, aprenden a observarlos desde la distancia, sin juzgar y sin reaccionar impulsivamente. Esta "interrupción" de la cadena automática que va desde un desencadenante (p. ej., estrés, dolor) hasta el deseo y el posible consumo de opioides es un elemento clave de la recuperación.
Además, MORE incorpora elementos de la terapia cognitiva, en particular técnicas de reevaluación (reappraisal) o reestructuración cognitiva. Los participantes aprenden a identificar y cambiar pensamientos negativos o catastrofistas asociados con el dolor, el estrés o las adversidades de la vida, buscando en cambio significado y perspectiva incluso en circunstancias difíciles. Esto ayuda a reducir la angustia emocional que a menudo impulsa el deseo de escapar a través de los opioides.
El tercer pilar de la terapia MORE son las técnicas de la psicología positiva, con énfasis en la habilidad de "saborear" (savoring): disfrutar conscientemente y profundizar las experiencias positivas. A través de ejercicios guiados, los participantes aprenden a dirigir la atención a sensaciones, emociones y momentos agradables de la vida diaria, ya sea el sabor de la comida, la belleza de la naturaleza, la sensación de conexión con los demás o una simple sensación de paz. El objetivo es "despertar" de nuevo el sistema de recompensa latente en el cerebro, haciendo que las fuentes naturales de placer vuelvan a ser atractivas y gratificantes. Se cree que este proceso ayuda a restaurar el equilibrio en los sistemas dopaminérgicos y opioides endógenos del cerebro, que están desregulados por el consumo crónico de opioides. Algunas investigaciones también sugieren una influencia en las ondas cerebrales, en particular un aumento de la actividad theta en los lóbulos frontales, que se asocia con una concentración profunda, una menor focalización en uno mismo y experiencias de autotrascendencia, lo que potencialmente puede reducir aún más el comportamiento adictivo.
Eficacia confirmada a través de ensayos clínicos
Los resultados del último estudio de JAMA se suman a un cuerpo ya impresionante de evidencia que confirma la eficacia de la terapia MORE. Hasta la fecha, MORE se ha probado en más de 13 ensayos clínicos aleatorizados que involucraron a más de 1300 participantes con diversos problemas, incluido el dolor crónico, la adicción a los opioides recetados, la adicción a la heroína y problemas psicológicos comórbidos como el TEPT.
Uno de los ensayos más grandes, publicado a principios de 2022 en la revista JAMA Internal Medicine, incluyó a 250 pacientes. Los resultados mostraron que la terapia MORE redujo el abuso de opioides hasta en un 45% durante un período de seguimiento de nueve meses. Este efecto fue casi tres veces más fuerte que el efecto de la terapia de grupo de apoyo estándar, que sirvió como control. Además, un impresionante 50% de los pacientes tratados con la terapia MORE informaron una reducción clínicamente significativa en la intensidad del dolor crónico, lo que indica un doble beneficio de la intervención.
Otro estudio significativo, publicado en 2023 en JAMA Psychiatry, investigó la eficacia de agregar la terapia MORE a la atención estándar para la adicción, que a menudo incluye tratamiento asistido por medicamentos como metadona o buprenorfina (MOUD - Medications for Opioid Use Disorder). Los resultados mostraron que la combinación de la terapia MORE y la atención estándar condujo a un 42% menos de recaídas (retorno al consumo de drogas) y hasta un 59% menos de abandonos del tratamiento en comparación con la atención estándar sola. Esto sugiere que MORE puede mejorar significativamente los resultados y la retención de pacientes dentro del sistema de tratamiento de adicciones.
Un enfoque único para el dolor y la adicción
Una de las ventajas clave de la terapia MORE es su capacidad para abordar simultáneamente dos problemas a menudo entrelazados: el dolor crónico y la adicción a los opioides. Muchos pacientes comienzan a usar opioides precisamente debido a una necesidad legítima de alivio del dolor, solo para desarrollar posteriormente tolerancia, dependencia y, paradójicamente, a veces incluso una mayor sensibilidad al dolor (hiperalgesia inducida por opioides). Los enfoques tradicionales a menudo tratan el dolor y la adicción por separado, lo que puede ser menos eficaz. MORE, por otro lado, a través de sus técnicas integradas de atención plena, reestructuración cognitiva y saboreo, ayuda a los pacientes a cambiar su relación con el dolor, reducir la catastrofización relacionada con el dolor, regular las reacciones emocionales al dolor y, simultáneamente, reducir el deseo y la dependencia de los opioides. La capacidad de lograr una reducción clínicamente significativa del dolor en la mitad de los pacientes en el gran ensayo confirma aún más este efecto doble único.
Enorme valor para la sociedad
Además de la eficacia clínica, la investigación también apunta a la excepcional rentabilidad de la terapia MORE. Se estima que cada dólar invertido en la implementación de la terapia MORE genera un retorno de hasta 798 dólares en términos de ahorros sociales. Estos ahorros se derivan de una serie de factores: prevención de sobredosis mortales, reducción de los costos de atención médica (menos hospitalizaciones, visitas a urgencias), menor participación en el sistema de justicia penal y aumento de la productividad laboral de las personas que se recuperan con éxito. El impacto económico total estimado de por vida de la terapia MORE por persona que se somete al tratamiento asciende a la impresionante cifra de 320.216 dólares. Estos datos muestran claramente que invertir en ampliar la disponibilidad de tales terapias no solo es un imperativo ético, sino también una estrategia económica inteligente para una sociedad que enfrenta las devastadoras consecuencias de la crisis de opioides.
Necesidad de una aplicación más amplia y de investigación adicional
Aunque los resultados hasta la fecha son extremadamente alentadores, los expertos enfatizan la necesidad de realizar más investigaciones, en particular estudios que rastreen los efectos a largo plazo de la terapia MORE y exploren su aplicabilidad en diferentes poblaciones y entornos. "Este estudio es un paso crucial, pero necesitamos más estudios grandes y a largo plazo para comprender completamente cómo tratamientos como MORE pueden ayudar a sanar el cerebro y mejorar la recuperación de la adicción a los opioides", señaló el Dr. Garland.
Dada la sólida evidencia de múltiples ensayos clínicos rigurosos y bien controlados que confirman la eficacia de la terapia MORE, el Dr. Garland cree que ahora es el momento adecuado para actuar. Hace un llamado a la colaboración con los responsables políticos, las organizaciones de atención médica y los administradores de fondos de los acuerdos legales relacionados con los opioides para expandir este enfoque terapéutico basado en la evidencia a nivel nacional y hacerlo más accesible para quienes más lo necesitan. Innovaciones como el desarrollo de la terapia MORE en formato de realidad virtual (MORE-VR), que también se están explorando, podrían mejorar aún más la accesibilidad y llegar a un número aún mayor de personas que luchan contra la adicción y el dolor crónico, ofreciéndoles un nuevo camino hacia la curación y una vida más plena.
Fuente: University of California
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