La Agencia Espacial Europea (ESA) ha revelado el nombre de su nueva y largamente anunciada misión, que representará el siguiente paso en la evolución de la navegación por satélite en el continente. La misión, oficialmente llamada Celeste, tiene como objetivo probar y demostrar el potencial de una nueva capa de satélites en órbita terrestre baja (LEO) para fortalecer la resiliencia y ampliar las capacidades del sistema Galileo existente. Este movimiento marca un momento crucial para asegurar el futuro del posicionamiento, la navegación y la temporización (PNT) de precisión para millones de europeos y usuarios de todo el mundo.
Durante las últimas tres décadas, los sistemas europeos de navegación por satélite se han convertido en una parte indispensable de nuestra vida diaria. Galileo y EGNOS representan hoy un éxito enorme, impulsando todo, desde aplicaciones en teléfonos inteligentes y navegación en automóviles hasta la gestión de infraestructuras críticas como redes eléctricas, transacciones financieras y la sincronización de sistemas de telecomunicaciones. Es precisamente debido a esta dependencia omnipresente que garantizar su robustez, seguridad y disponibilidad constante se ha convertido en una prioridad de importancia estratégica. En un mundo donde las amenazas como la interferencia (jamming) y la suplantación (spoofing) de señales son cada vez más reales, la misión Celeste, como parte del programa más amplio LEO-PNT de la ESA, representa una respuesta proactiva a estos desafíos y un paso hacia una nueva generación de tecnologías de navegación.
Galileo y Celeste: Una historia de apoyo y resiliencia
El nombre Celeste conlleva un profundo simbolismo, conectando la tecnología moderna con la historia científica en la que se basa la navegación por satélite. A saber, Maria Celeste fue la hija del gran científico italiano Galileo Galilei, y ambos compartían un vínculo emocional e intelectual excepcionalmente fuerte. Aunque vivía en un convento, Maria Celeste compartía el amor de su padre por la astronomía y la ciencia. A partir de las cartas que le enviaba y que se conservan, queda claro cuánto valoraba Galileo su inteligencia, perspicacia y juicio, confiando a menudo en ella como su persona de mayor confianza. Su correspondencia revela a una mujer de una cultura y una comprensión excepcionales de los complejos temas que trataba su padre.
Ahora, Celeste se convierte en el nombre de una misión que, simbólicamente, "mediará" entre Galileo y el resto del mundo. El objetivo de la misión es demostrar en órbita nuevas capacidades que aportarán un nivel adicional de resiliencia y representarán una nueva dimensión de fortaleza para las capacidades de navegación europeas. Así como Maria Celeste fue un apoyo para su padre, la constelación Celeste brindará apoyo al sistema Galileo, asegurando que sus señales permanezcan fiables incluso en las condiciones más desafiantes.
Esta elección de nombre continúa una tradición dentro del programa de navegación europeo. El propio sistema global fue nombrado Galileo en honor al famoso científico, reconociendo su papel pionero en la astronomía, la física y la medición del tiempo, disciplinas que son la base de la navegación por satélite precisa. Los satélites de demostración de Galileo, lanzados en 2005 y 2008, fueron nombrados GIOVE, que es la palabra italiana para Júpiter. Este nombre también rendía homenaje al descubrimiento de Galileo de las cuatro lunas más grandes de Júpiter, que se utilizaban en ese momento para determinar la longitud desde cualquier punto de la Tierra.
Una nueva constelación para una nueva era de la navegación
La misión Celeste consta de una constelación de diez satélites, con dos de repuesto, que volarán en órbita terrestre baja (LEO), a una altitud de unos cientos de kilómetros, a diferencia de los satélites Galileo que se encuentran en órbita terrestre media (MEO) a unos 23.000 kilómetros. Esta menor distancia a la Tierra aporta ventajas clave. Las señales que emitirán los satélites LEO serán considerablemente más fuertes, lo que mejorará su capacidad para penetrar en entornos donde las señales GNSS actuales son débiles o no están disponibles, como en cañones urbanos profundos, en el interior de edificios o en zonas con densa vegetación.
Además de una señal más fuerte, el movimiento más rápido de los satélites en LEO permitirá una "fijación" de la posición más rápida (Time To First Fix - TTFF) y una convergencia más veloz para los servicios de alta precisión. La arquitectura del sistema se concibe como una multicapa, donde la constelación LEO trabajará en sinergia con los satélites MEO existentes (Galileo, GPS, etc.), proporcionando señales adicionales y diversidad geométrica. Esto aumentará drásticamente la robustez general del sistema, haciéndolo más resistente a las interferencias accidentales e intencionadas. Los dos primeros satélites de la misión Celeste, que están siendo desarrollados y construidos en paralelo por dos consorcios europeos liderados por las empresas GMV y Thales Alenia Space, tienen previsto su lanzamiento en la segunda mitad de diciembre de 2025, desde un vehículo de lanzamiento Electron de la empresa Rocket Lab en Nueva Zelanda.
Cooperación paneuropea para la independencia tecnológica
La misión Celeste, como fase de demostración del programa LEO-PNT, es un proyecto clave dentro del programa más amplio FutureNAV de la ESA, que permite a la agencia responder a las últimas tendencias y necesidades en el campo de la navegación y garantiza que Europa permanezca a la vanguardia del desarrollo tecnológico. El proyecto fue aprobado en el Consejo de la ESA a nivel ministerial en 2022 y cuenta con el apoyo de una amplia coalición de estados miembros: Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Los contratos para el desarrollo de la flota se adjudicaron en 2024 a dos consorcios que involucran a más de 50 entidades de 14 países, lo que demuestra la fortaleza de la cooperación industrial europea.
La misión de demostración abarca todo el proceso: desde la definición y el desarrollo de los segmentos espacial y de usuario, pasando por el lanzamiento y el establecimiento del segmento terrestre para las operaciones, hasta la experimentación y demostración de nuevos servicios y, finalmente, la eliminación segura de los satélites al final de la misión. El éxito de la misión Celeste abrirá la puerta a nuevas aplicaciones comerciales, desde vehículos autónomos y drones hasta el Internet de las Cosas (IoT) y las ciudades inteligentes, fortaleciendo aún más la soberanía tecnológica y la competitividad de Europa en el escenario global. Se puede encontrar más información sobre la misión en el sitio web oficial de la ESA en www.esa.int/LEO-PNT.
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