Las antiguas murallas del Castillo de Trsat sirvieron el otro día como un espectacular telón de fondo para un evento único que reunió en un solo lugar la esencia de la gastronomía de Kvarner. Bajo el nombre "Mosaico de sabores y experiencias - Fortaleciendo la imagen de la gastronomía de Rijeka y el anillo de Rijeka", este evento, organizado por la Oficina de Turismo de la ciudad de Rijeka en fructífera colaboración con la empresa Abisal de Rijeka y las oficinas de turismo de Kostrena, Bakar, Kraljevica, Čavle, Jelenje, Viškovo y Kastav, y con el apoyo clave de la Oficina Nacional de Turismo de Croacia, transformó el espacio histórico en un vibrante mercado de sabores y aromas.
El objetivo del evento era mostrar la increíble amplitud y riqueza de los productos autóctonos y las especialidades gastronómicas que definen a cada una de las comunidades participantes, ofreciendo a los visitantes un viaje auténtico e inolvidable a través de la tradición de esta región. Fue un día en el que se entrelazaron historias de historia, cultura y, por supuesto, comida de primera calidad, creando una experiencia completa que trasciende la mera degustación de platos.
Un viaje a través de los sabores del Anillo de Rijeka
Cada rincón del castillo contaba su propia historia, y los puestos ofrecían una ventana al alma de cada municipio y ciudad. Así, el viaje comenzó en la pintoresca Kastav, una ciudad de rica historia, que se presentó con sus mayores bazas: vinos galardonados y la variedad autóctona Belica. Esta variedad, a la que está dedicado el moderno centro de interpretación Casa de la Belica, representa el orgullo de la viticultura local. En el puesto de la Asociación Belica, los visitantes pudieron degustar los vinos de primera calidad de la bodega Kapić y del enólogo Toni Babić, sintiendo la esencia del terruño de Kastav en cada sorbo.
A solo unos pasos de distancia, Viškovo demostró cómo la oferta gastronómica puede entrelazarse perfectamente con un rico patrimonio cultural. Los aromas que emanaban de su espacio de exposición eran irresistibles. El chef Nikola Butko del restaurante Jist preparó magistralmente un steak tartar, utilizando exclusivamente carne fresca de cría local de Kvarner. La Konoba Kume, bajo la dirección de Zlata Bezjak, ofreció un refrigerio con la tradicional "maneštra od bobići" de Viškovo y el delicioso "presnac", mientras que el restaurante Zvončar, con el chef Dejan Pejović, tentaba con el olor del "strudel de Halubje" recién horneado. Toda la presentación se completó con la historia de la Casa de los Zvončari de Halubje, un lugar único donde la tradición de los campaneros, protegida por la UNESCO, se encuentra con la gastronomía, creando un vínculo inquebrantable.
Desde el corazón montañoso del anillo, los municipios de Čavle y Jelenje, llegó una oferta robusta y auténtica de la Grobnišćina. El centro de atención fue la "palenta kompirica", hecha de harina (muka) del histórico Molino de Gašpar, cuya tradición fue presentada por Nataša Maršanić. Junto a ella, era indispensable el queso de Grobnik, un producto de la quesería Frankulin, cuyo sabor ha sido un símbolo de esta región durante décadas. La Asociación Palentar y el chef Tomaž Maglica se aseguraron de que cada visitante probara esta delicia. Un paso innovador lo representaron las galletas hechas de la misma harina y un helado único de queso de Grobnik, una creación de la empresa Karuba d.o.o., que sorprendió y deleitó los paladares.
Del mar al astillero: Patrimonio marítimo e industrial en el plato
Kostrena, un lugar inseparablemente ligado al mar y la navegación, contó su historia a través de platos inspirados en la tradición de los capitanes. El chef Kristian Kozmić de la konoba More preparó los calamares de Kostrena del capitán Ante, un plato que evoca historias de largos viajes y regresos a casa. Además de las delicias marinas, OPG Kos presentó sus productos elaborados con cereza de cornalina, una fruta autóctona, con especial énfasis en el licor DrenKo. El toque dulce de la presentación de Kostrena lo puso la pastelería Snjeguljica con su famosa tarta de Kostrena.
La ciudad de Bakar, conocida por su rica historia, presentó tres de sus marcas más reconocibles. El "Bakarski baškot", un bizcocho duro que alguna vez fue la base de la dieta de los marineros, sigue siendo hoy una parte esencial de la oferta gastronómica local. Junto a él, se presentaron también la suntuosa tarta de Bakar y el vino espumoso Bakarska vodica. La presentación fue realzada por miembros de las asociaciones Bakarska gospoda i kapetani, la Guardia de la Ciudad de Bakar, la Asociación de Mujeres de Bakar y la Asociación de Trabajadores de Praputnjak y la Cooperativa Agrícola Dolčina, reviviendo el espíritu de antaño.
Kraljevica vinculó su larga y orgullosa tradición de construcción naval y pesca de atún (tunere) con la gastronomía moderna. La Konoba Fran Krsto Frankopan ofreció platos "del astillero", sencillos pero excepcionalmente sabrosos, perfectamente maridados con cervezas artesanales locales, la Gajetanska y la Škveranka. El mercado verde de Neven aseguró la frescura de los ingredientes, y una curiosidad especial fue la leche de burra de la granja OPG Lucić en Šmrika, un producto conocido por sus propiedades beneficiosas.
Como centro de la región, la ciudad de Rijeka demostró su fuerza gastronómica urbana a través del concepto de los Puertos Gastronómicos de Rijeka. Los principales hoteleros, Jadran hoteli y el Hilton Rijeka Costabella Beach Resort & Spa, presentaron nuevas e innovadoras creaciones gastronómicas: los cubos de Rijeka, elegantes postres que combinan lo moderno y lo tradicional. Las "fritule" de Tonka deleitaron a los visitantes con especiales buñuelos negros "alla Morčić", inspirados en el símbolo de la ciudad. Para refrescarse, la empresa Suza T.B. ofreció el Pelinkovac de Kvarner y el popular cóctel Laval Spritz.
La gastronomía como base del turismo del futuro
El evento también fue una oportunidad para mensajes importantes. La alcaldesa en funciones de la ciudad de Rijeka, Iva Rinčić, enfatizó que Rijeka siempre ha sido una ciudad de encuentros, apertura y diversidad, y que la gastronomía es el medio perfecto para expresar estos valores. "El evento 'Mosaico de sabores y experiencias' es una excelente oportunidad para que nuestros productores, restauradores, hoteleros y oficinas de turismo presenten juntos la riqueza de sabores que ofrece esta región y demuestra que la gastronomía no es solo comida: es cultura, tradición, emoción y una experiencia que nos conecta y nos moldea", señaló la alcaldesa en funciones, y agregó: "Creo que el 'Mosaico de sabores' será un fuerte estímulo de cara a 2026, cuando Kvarner asuma con orgullo el título de Región Europea de la Gastronomía. Estamos convencidos de que es a través de estos eventos que construimos un puente entre el pasado y el futuro, lo local y lo global, lo auténtico y lo innovador."
Karin Mimica, directora de la empresa Abisal, que participó en la organización, agregó que este proyecto conectó con éxito las historias gastronómicas de Rijeka y el anillo de Rijeka, que poseen un enorme potencial de marketing. Según ella, este tipo de eventos aumenta significativamente la visibilidad de los recursos históricos, naturales y económicos a través de una oferta de hostelería única que refleja auténticamente el destino.
Con una visión centrada en el futuro, el director de la Oficina de Turismo de la ciudad de Rijeka, Petar Škarpa, concluyó: "Nuestro objetivo es prolongar la estancia de los huéspedes y posicionar la gastronomía como uno de los principales motivos para venir a Kvarner. El anillo de Rijeka y Rijeka juntos ofrecen autenticidad, innovación y experiencia, y eso es exactamente lo que busca el huésped moderno."
Al propio evento le precedió una mesa redonda de expertos sobre el tema "Gastronomía – parte integral del destino", celebrada en el Parque Nugent. En ella participaron actores clave: representantes de oficinas de turismo, agencias de viajes, productores y restauradores. El objetivo de este encuentro fue diseñar conjuntamente estrategias y modelos para hacer que la rica oferta enogastronómica de la región sea más accesible y atractiva, tanto para los visitantes extranjeros como para la población local. El Mosaico de sabores en el Castillo de Trsat, acompañado de un programa musical dirigido por Neno Pavinčić, demostró que Kvarner está en el camino correcto para contar su historia gastronómica al mundo entero, y el título de Región Europea de la Gastronomía en 2026 será la culminación de estos esfuerzos.
Hora de creación: 2 horas antes