El exitoso lanzamiento del satélite MTG-S1 y del instrumento Copernicus Sentinel-4 abre un nuevo capítulo en la observación de la atmósfera terrestre. Estas misiones avanzadas, ubicadas en órbita geoestacionaria, proporcionarán datos clave para predecir con mayor precisión las tormentas severas y monitorear de cerca los niveles de contaminación del aire en Europa y el norte de África, dando un paso significativo en la protección de la vida y el medio ambiente.
El nuevo satélite Meteosat MTG-S1 de tercera generación, con el revolucionario instrumento Copernicus Sentinel-4, está listo para su lanzamiento desde Cabo Cañaveral. Esta misión de la Agencia Espacial Europea (esa) supone un hito en la monitorización de las condiciones meteorológicas extremas y la calidad del aire, proporcionando datos de temperatura, humedad y contaminantes sobre Europa con una precisión sin precedentes.
La Agencia Espacial Europea (esa) ha lanzado el desafío SysNova en busca de conceptos de misión innovadores. El objetivo es aprovechar tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, la computación cuántica y neuromórfica para superar las limitaciones de los satélites existentes y transformar la observación de la Tierra en acciones concretas.
Como parte de Axiom Mission 4, los astronautas a bordo de la ISS están probando la tecnología de monitoreo de la calidad del sueño portátil Oura Ring. El proyecto, una colaboración de Booz Allen, Axiom Space y Oura, utiliza la computación de borde para analizar datos biométricos en tiempo real, aumentando la autonomía de la tripulación para futuras misiones espaciales a largo plazo.
Un estudio reciente del MIT revela que una combinación del débil campo magnético de la Luna y el poderoso impacto del asteroide podría haber impulsado temporalmente el magnetismo en su lado lejano. Esta teoría explica las anomalías magnéticas en las rocas cercanas al polo sur de la luna.
Científicos de la Universidad de California en Berkeley han descubierto dos piezas negras supermasivas en la misma galaxia, una de las cuales no está centrada. Este raro evento disruptivo de las mareas abre nuevas perspectivas para comprender la evolución de las galaxias y las futuras ondas gravitacionales.