El paso más cercano de un gran asteroide en la historia moderna está cada vez más cerca, y la comunidad espacial europea quiere estar allí cuando suceda. El asteroide Apophis, de aproximadamente 340 a 375 metros de largo, pasará el 13 de abril de 2029 dentro del cinturón de satélites geoestacionarios, a una altitud de unos 31 a 32 mil kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Se trata de un evento que, según las estimaciones, para objetos de este tamaño solo ocurre una vez cada miles de años y que, en condiciones favorables, será visible a simple vista para los habitantes de Europa y África. Es por eso que la Agencia Espacial Europea (ESA), a través de su Programa de Seguridad Espacial, está preparando una misión rápida RAMSES – Rapid Apophis Mission for Space Safety – para seguir al asteroide antes, durante y después de su dramático encuentro con nuestro planeta.
Por qué el paso de Apophis en 2029 es tan importante para la ciencia y la seguridad
A diferencia de visitas anteriores de sondas a cuerpos más pequeños del Sistema Solar, este evento permitirá la observación de la reacción dinámica de un asteroide a una influencia externa fuerte pero breve: el paso a través del campo gravitacional de la Tierra. En la práctica, esto significa que se podrán seguir los cambios en la rotación, la nutación, la orientación del eje de giro, las microfallas en la superficie e incluso la posible reorganización de los escombros en la capa de regolito. Todos estos son parámetros cruciales para comprender el comportamiento de los cuerpos pequeños cerca de los planetas, un conocimiento que se incorpora directamente a los protocolos de defensa planetaria.
Aunque Apophis en 2029 no representa un peligro de impacto con la Tierra, un paso de esta magnitud a tan corta distancia es un excelente "experimento natural" del que se pueden derivar modelos y procedimientos para casos en los que algún día sea necesario cambiar la trayectoria de un objeto peligroso. El cambio en la rotación (el llamado efecto YORP), el pequeño empuje de la radiación solar (el efecto Yarkovsky), y también el "tirón" gravitacional de un planeta durante un encuentro cercano, todos estos factores influyen en la evolución de la órbita y el espín. Por lo tanto, la medición sistemática antes y después del paso es la única forma de cuantificar el efecto completo y separar el comportamiento temporal del permanente.
Qué quiere lograr RAMSES y cómo serán las operaciones
La misión propuesta RAMSES está diseñada como una plataforma rápida y ágil que se lanza aproximadamente un año antes del paso, llega cerca del asteroide unos meses antes y luego lo "acompaña" durante el período más crítico del encuentro cercano. En el momento de escribir este texto (14 de octubre de 2025), el proyecto se encuentra en fase de preparación, con el objetivo destacado de que Europa demuestre su capacidad para diseñar, lanzar y gestionar rápidamente una misión hacia un objeto de excepcional interés para la seguridad pública y la ciencia.
El plan de la misión prevé un orbitador principal equipado con una combinación de cámaras ópticas e infrarrojas, un LIDAR para la obtención de imágenes topográficas de alta precisión, un radiómetro y, dependiendo de la configuración final, experimentos de radar o de radiociencia para investigar la estructura interna. Además, se espera que el orbitador libere dos pequeños sistemas de la categoría CubeSat directamente cerca o sobre la superficie de Apophis. Su función es capturar el microrrelieve, medir las propiedades del regolito, las variaciones locales de la gravedad y del campo magnético (si existe), así como registrar las señales sísmicas causadas por las tensiones de marea durante el paso cerca de la Tierra.
Los "tres actos" de la campaña científica
- Antes del encuentro: construcción de un modelo 3D detallado de la geometría y la masa, seguimiento preciso de la rotación y la orientación, medición de las propiedades termofísicas de la superficie y reducción de las incertidumbres de la órbita. Esta parte crea un "punto cero" de referencia.
- Durante la máxima aproximación: una serie de imágenes de alta frecuencia para registrar cambios a corto plazo, por ejemplo, aceleración de la rotación, desplazamientos en la posición de los bloques, deslizamientos de regolito por las laderas, aparición de microdeslizamientos o emisiones de polvo.
- Después del paso: comparación con el estado inicial, evaluación de los cambios permanentes en el giro y las estructuras de la superficie, y dinámica orbital adicional que incluye los efectos de la gravedad de la Tierra y las fuerzas térmicas.
Cómo nos ayuda un encuentro cercano en la defensa contra asteroides
Las mediciones de RAMSES se basan idealmente en el marco conceptual construido por las misiones DART y Hera. Mientras que DART y Hera demostraron que es posible cambiar la órbita de un cuerpo pequeño con un "impactador cinético", Apophis ofrece la oportunidad de estudiar "la otra cara de la ecuación": cómo un cuerpo masivo (la Tierra) remodela la rotación y la superficie de un asteroide con su influencia pasajera. Esto es directamente importante para los cálculos de futuras misiones de desviación, ya que la trayectoria final no solo depende del "empujón" inicial, sino también de los "pequeños" efectos posteriores que se acumulan a lo largo de los años.
En el contexto de la seguridad operativa, el rápido intercambio de datos con una red de observatorios y radares terrestres permitirá la actualización constante de las efemérides y los riesgos. Incluso cuando no existe riesgo de impacto, como es el caso del paso de 2029, la construcción de una "rutina" procedimental (desde la detección y evaluación hasta la respuesta coordinada) eleva el nivel de preparación para escenarios con una amenaza real.
Qué sabemos sobre el asteroide en sí
Apophis pertenece al grupo de los llamados asteroides cercanos a la Tierra, con una órbita que cruza periódicamente la de la Tierra. Se estima que su tamaño es de unos 340 metros de diámetro medio, con una posible elongación en el eje más largo de hasta aproximadamente 450 metros. La densidad y la porosidad, junto con la inercia térmica del material de la superficie, determinarán cómo se comportará el objeto durante el paso. Si la superficie es rica en regolito suelto, las fuerzas de marea pueden causar reordenamientos locales; si, por el contrario, se trata de un cuerpo más monolítico, los cambios se manifestarán más en la dinámica de giro que en la geomorfología.
El movimiento de Apophis el 13 de abril de 2029 será visible como un punto rápido en el cielo nocturno, y en condiciones óptimas se espera que tenga un brillo aparente de varias magnitudes, lo que permitirá la observación sin telescopio. Los observadores en Europa occidental y la mayor parte de África tendrán la mejor geometría, y durante varias horas el asteroide cruzará una parte considerable del cielo, lo que lo convierte en un objeto ideal para campañas coordinadas de astrónomos aficionados y profesionales.
Instrumentos y mediciones previstos
Para lograr los objetivos científicos, la misión planea combinar instrumentos complementarios:
- Cámaras de alta resolución en el espectro visible y cercano al infrarrojo para mapear la morfología, evaluar la granulometría, seguir las eyecciones de polvo y obtener una curva de luz fotométrica para derivar el giro.
- LIDAR para modelos digitales de elevación (DEM) precisos, lo que permite la detección de cambios sub-métricos en las laderas y los bordes de los cráteres entre las fases "antes" y "después".
- Radiómetro térmico para mapear los contrastes térmicos, determinar la inercia térmica y modelar la aceleración de Yarkovsky.
- Enlace de radiociencia para determinar el campo gravitacional y la distribución de la masa, lo que ayuda a crear modelos de la estructura interna (monolito vs. pila de escombros).
- Sismómetro o microacelerómetro en un CubeSat para registrar sacudidas transitorias durante el perigeo, si los márgenes de ingeniería permiten un aterrizaje en la superficie.
El papel de las pequeñas naves espaciales: "laboratorios de bolsillo" sobre y alrededor de Apophis
Los dos CubeSats planeados representan el "contacto" más cercano con el asteroide. Uno está diseñado para flotar cerca y tomar imágenes estéreo con una resolución espacial muy alta, mientras que el otro se considera como una sonda saltadora que, mediante un breve contacto con la superficie, recogería muestras de polvo, mediría las propiedades mecánicas del regolito y enviaría datos de vuelta al orbitador. Esta distribución del riesgo, donde los experimentos críticos se trasladan a módulos más baratos, reduce la complejidad de la nave principal y permite un mayor rendimiento científico en el tiempo limitado alrededor de la máxima aproximación.
Cronograma e hitos clave
Según el escenario que se considera actualmente, el lanzamiento se llevaría a cabo durante 2028, con la llegada cerca del objetivo a principios de 2029, con suficiente antelación al perigeo del 13 de abril de 2029 para establecer la configuración científica nominal y calibrar los instrumentos. Una vez finalizada la "culminación", RAMSES continuaría siguiendo al objeto en su fase de alejamiento para registrar cualquier cambio retardado en el giro y la superficie. Mientras tanto, la comunidad internacional se está coordinando con otras misiones y campañas de telescopios planificadas para cubrir el dominio temporal y espectral de observación más amplio posible.
Capacidad tecnológica europea y enfoque industrial
RAMSES se concibe como una misión "ágil" que aprovecha al máximo el legado tecnológico de proyectos anteriores (desde la navegación en microgravedad hasta las operaciones autónomas de CubeSats), acortando el ciclo de desarrollo y confirmando que Europa puede responder rápidamente a una oportunidad científico-securitaria única. A través de procesos de adquisición simplificados, la colaboración con socios comerciales y un diseño modular, el proyecto tiene como objetivo reducir los riesgos distribuyéndolos entre varios componentes más pequeños e interoperables.
Qué observarán las redes terrestres y cómo encajan en la historia
Mientras el orbitador se ocupa de la "microfísica" in situ, los radares y las redes ópticas terrestres seguirán la macrodinámica: la efeméride precisa, los cambios de brillo y los posibles eventos de polvo. La combinación de datos del espacio y de la Tierra permitirá la validación cruzada; por ejemplo, un perfil de forma de radar puede cotejarse con un modelo fotogramétrico del LIDAR, y la fotometría de las imágenes de RAMSES puede vincularse directamente con las curvas de luz de los observatorios terrestres.
Visibilidad en el cielo desde Croacia y la región en general
Para los observadores en Croacia, así como en la mayor parte de Europa, el paso del 13 de abril de 2029 tendrá lugar en las horas de la tarde, hora local, siempre que el cielo esté despejado y haya una mínima contaminación lumínica. Dado que Apophis se moverá relativamente rápido y cambiará de brillo, se recomienda elegir un lugar oscuro, evitar las luces de la ciudad y utilizar herramientas de ayuda sencillas como mapas del cielo o aplicaciones para el seguimiento de objetos celestes. Para los fotógrafos, las exposiciones cortas en ráfaga y un trípode estable pueden capturar el "trazo" brillante que cruza el campo de estrellas.
Cómo se seguirán los cambios en la superficie del asteroide
Una de las preguntas clave es si las fuerzas de marea causarán deslizamientos locales: pequeños deslizamientos de regolito por las laderas, especialmente en las transiciones entre regiones lisas y escarpadas. Tales microeventos pueden detectarse comparando mosaicos de antes y después con una resolución de décimas de centímetro por píxel. Si se registran, los científicos podrán determinar las pendientes críticas (los llamados "ángulos de reposo") para el regolito en cuerpos pequeños, lo que tiene implicaciones para el diseño de futuros aterrizadores y mecanismos de recolección de muestras.
Rotación, resonancias y el "baile" a través del campo gravitacional
En el encuentro cercano se produce un sutil intercambio de momento angular entre el asteroide y la Tierra. Aunque los cambios no serán drásticos, el seguimiento por radio de precisión y la fotometría pueden mostrar un aumento o una disminución del período de rotación en una fracción de un porcentaje, así como cambios en el momento de inercia si la masa se reagrupa. Se prestará especial atención a las posibles interacciones resonantes durante el paso: fases breves en las que pequeños "golpes" mecánicos se suman y dejan una huella medible en el giro.
Aspecto público y potencial educativo
El paso de Apophis es una excelente oportunidad para la divulgación científica. En las semanas previas al 13 de abril de 2029, se espera una serie de observaciones públicas, talleres y transmisiones en línea. El papel de RAMSES no solo será científico, sino también educativo: las visualizaciones de modelos 3D, las cronologías de los cambios y las interesantes comparaciones "antes/después" acercarán la compleja dinámica de los cuerpos pequeños al gran público. En combinación con datos abiertos y proyectos colaborativos, se creará un rico conjunto de materiales para escuelas, universidades y clubes de ciencia.
Comparación con misiones anteriores y paralelas
A diferencia de las misiones que apuntan a sistemas binarios u objetos pequeños y relativamente "tranquilos", RAMSES se basa por completo en el estado temporalmente "perturbado" del asteroide debido a su paso cerca de un planeta. Esto construye una base de conocimientos de referencia sobre lo que significa un "toque de campana gravitacional" en la estructura y la rotación. Esa base, junto con los resultados de experimentos anteriores (desviadores de impacto, determinación precisa por radio de masas y densidades), se convertirá en parte de los cálculos estandarizados cuando los ingenieros dimensionen futuras misiones de defensa planetaria.
Cuáles son los riesgos de ingeniería y cómo se mitigan
La gestión de una nave espacial cerca de un cuerpo pequeño requiere una autonomía sofisticada: navegación relativa por puntos de referencia en la superficie, resistencia a las nubes de polvo y fuertes cambios de iluminación durante la rápida evolución geométrica. RAMSES se basa en múltiples niveles de redundancia y modos "a prueba de fallos" que permiten una retirada rápida a una órbita segura si las circunstancias cambian. Los CubeSats, como "alas experimentales" de la misión, conllevan un mayor riesgo operativo, pero también abren espacio para maniobras más audaces y experimentos locales que la nave principal no podría realizar sin comprometer la seguridad.
Significado más amplio para la política espacial europea
El éxito de RAMSES sería una clara demostración de la capacidad europea para responder a corto plazo a un evento de importancia mundial y proporcionar datos de interés público. A través del Programa de Seguridad Espacial se fortalece la red institucional entre agencias espaciales, la industria y las instituciones científicas, pero también se fomenta una mayor participación del público en la comprensión de los riesgos de los cuerpos pequeños. A largo plazo, misiones como esta sientan las bases para protocolos interoperables y respuestas conjuntas en escenarios de peligro real.
Qué sigue hasta abril de 2029
En los próximos años hasta el perigeo (desde la fecha de hoy, 14 de octubre de 2025), las campañas de radar y ópticas continuarán mejorando el modelo orbital de Apophis y vigilando cualquier variación. Por el lado industrial, la selección de la plataforma final, la integración de instrumentos y la cualificación de los CubeSats se llevarán a cabo en ciclos de prueba acelerados. Paralelamente, las redes de observatorios acordarán protocolos comunes para observaciones sincronizadas, con el fin de aprovechar al máximo la breve pero extremadamente informativa ventana del paso.
Mapa de temas para lectores y observadores
- Observación desde tierra: dónde encontrar un cielo oscuro, cómo prepararse, qué esperar en el cielo sobre Croacia y los países vecinos.
- Seguridad: por qué el paso no representa un peligro y cómo se evalúan los riesgos en tiempo real.
- Instrumentos en foco: qué miden exactamente las cámaras, el LIDAR y el radiómetro; cómo es el ciclo "antes - durante - después".
- CubeSats: qué pueden hacer los pequeños cuerpos auxiliares mejor y más rápido que la nave principal.
- Defensa planetaria: dónde encaja RAMSES en el panorama general, desde el seguimiento de la población de NEO hasta posibles futuras misiones de desviación.
Términos clave para entender el paso
El perigeo es el momento de máxima aproximación de la órbita del asteroide a la Tierra; para Apophis en 2029, esto ocurre el 13 de abril. La órbita geoestacionaria se encuentra a ≈35.786 km sobre el ecuador; Apophis pasará por debajo de ella, entre esa altitud y la Tierra. El efecto Yarkovsky es un empuje débil pero medible causado por la radiación térmica desigual de la superficie de un cuerpo en rotación, y YORP es un par de torsión relacionado que cambia la velocidad de rotación y la inclinación del eje. El regolito es el material de grano fino (polvo, arena, escombros) que cubre muchos asteroides y la Luna, y su mecánica es clave para determinar la reacción a los temblores y las fuerzas de marea.
Áreas abiertas para un seguimiento posterior
¿Cambiará la velocidad de rotación lo suficiente como para ser medida con alta confianza estadística? ¿Lograrán los CubeSats acercarse lo suficiente como para registrar eventos sísmicos locales? ¿Cuán permanentes serán los cambios en la topografía después del paso y cómo se reflejarán estos cambios en la evolución futura de Apophis? Las respuestas a estas preguntas formarán una nueva generación de modelos sobre el comportamiento de los cuerpos pequeños cerca de los planetas y se convertirán en el punto de partida para el diseño de futuras misiones que algún día quizás tengan que tomar la decisión de desviar un objeto de la trayectoria de la Tierra.