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Jubileo de plata de la ISS: Cómo la plata moldea el futuro de la investigación espacial desde la medicina hasta la nanotecnología

Con motivo del 25 aniversario de la presencia humana en la ISS, revelamos el papel clave de la plata en la investigación espacial. Desde la lucha contra peligrosas biopelículas con nanopartículas antimicrobianas y el desarrollo de ropa inteligente para el control de la salud de los astronautas, hasta el cultivo de cristales perfectos para el futuro de la nanotecnología en la Tierra

Jubileo de plata de la ISS: Cómo la plata moldea el futuro de la investigación espacial desde la medicina hasta la nanotecnología
Photo by: Domagoj Skledar - illustration/ arhiva (vlastita)

Este noviembre se conmemora un jubileo de excepcional importancia en la historia de la exploración espacial humana: un cuarto de siglo de presencia humana ininterrumpida en la Estación Espacial Internacional (EEI). Esta estación orbital, que gira alrededor de la Tierra a una altitud de unos 400 kilómetros a una increíble velocidad de 28.000 kilómetros por hora, no es solo la estructura más compleja y costosa que la humanidad ha construido jamás, sino también un laboratorio único que sirve como trampolín clave para el desarrollo de la economía en la órbita terrestre baja y para los próximos grandes pasos de la NASA en la exploración, incluyendo ambiciosas misiones tripuladas a la Luna y a Marte. En vísperas de este aniversario de plata, vale la pena repasar algunas de las investigaciones científicas que, simbólicamente, están relacionadas precisamente con la plata, un metal noble cuyas propiedades han encontrado una aplicación sorprendente y crucial en el espacio.


La plata como aliada en la lucha contra los microbios en el espacio


La plata se ha utilizado durante siglos en la lucha contra las infecciones, y sus singulares propiedades antimicrobianas se han convertido hoy en una herramienta indispensable para suprimir el crecimiento de microorganismos en la Estación Espacial Internacional. En un entorno cerrado y aislado como el de la EEI, los microbios representan una amenaza constante y grave. Con el tiempo, forman biopelículas, comunidades pegajosas y resistentes que pueden crecer en casi cualquier superficie. En condiciones espaciales, estas biopelículas pueden volverse extremadamente resistentes a los agentes de limpieza tradicionales, lo que supone un peligro múltiple. Pueden comprometer los sistemas de purificación de agua, dañar equipos sensibles causando corrosión y, lo que es más importante, suponer un riesgo directo para la salud de los astronautas, cuyo sistema inmunitario a menudo se debilita por la estancia en microgravedad.


Una de las investigaciones clave, conocida como Bacterial Adhesion and Corrosion, se centró precisamente en el estudio de los genes bacterianos que contribuyen a la formación de estas peligrosas biopelículas. El objetivo del experimento era probar la eficacia de un desinfectante a base de plata para limitar su crecimiento. Los resultados demostraron que la plata posee un potencial excepcional para mantener las condiciones higiénicas en la estación, abriendo el camino al desarrollo de nuevas estrategias para el control del entorno microbiano en misiones espaciales de larga duración.


Un paso más allá en la aplicación de la plata lo dio otro experimento, que se centró en la producción de nanopartículas de plata directamente en la estación espacial. Las nanopartículas de plata, debido a su tamaño microscópico, tienen una relación superficie-volumen significativamente mayor en comparación con las partículas más grandes. Esto permite que los iones de plata entren en contacto con un mayor número de microbios, convirtiéndolos en una herramienta antimicrobiana mucho más eficaz. El objetivo de esta investigación era doble: primero, desarrollar un agente más potente para proteger la salud de la tripulación de posibles infecciones en futuros viajes, por ejemplo, a Marte. Segundo, evaluar si las nanopartículas de plata producidas en condiciones de microgravedad son más estables y más uniformes en tamaño y forma. Son precisamente estas características más perfectas las que podrían potenciar aún más su eficacia, no solo en el espacio sino también en numerosas aplicaciones en la Tierra, desde la medicina hasta la industria.


Tecnología vestible con plata para monitorizar la salud de los astronautas


La plata no es solo un potente luchador contra los microbios, sino también un metal noble de conductividad extremadamente alta y gran elasticidad, lo que la convierte en un material ideal para su uso en prendas inteligentes. Los astronautas de la NASA en el laboratorio orbital probaron un chaleco de monitorización vestible equipado con sensores recubiertos de plata. El propósito de esta prenda avanzada era registrar signos vitales clave –frecuencia cardíaca, mecánica cardíaca y patrones de respiración– mientras los astronautas duermen.


La calidad del sueño es de crucial importancia para la salud y el rendimiento de los astronautas, pero a menudo se ve comprometida por el estrés, el ruido y las inusuales condiciones de vida en microgravedad. Los métodos tradicionales de seguimiento de la salud pueden ser aparatosos e interferir con el sueño. Este chaleco inteligente, sin embargo, es ligero y cómodo, diseñado para no perturbar la calidad del sueño. Los datos recogidos por los sensores de plata proporcionaron a los científicos una visión inestimable de cómo el entorno espacial afecta a los sistemas cardiovascular y respiratorio durante el descanso. Estos hallazgos son clave para desarrollar estrategias que mejoren el sueño de los astronautas, lo que repercute directamente en su capacidad para realizar tareas complejas y mantener la salud a largo plazo. La tecnología desarrollada para el espacio a menudo encuentra su camino hacia aplicaciones en la Tierra, y sistemas como este podrían revolucionar la monitorización remota de pacientes y atletas.


Cristales de plata del espacio para el futuro de la nanotecnología


El entorno único de la microgravedad, donde no hay una clara sensación de "arriba" y "abajo", y la ingravidez impide la sedimentación de las partículas, afecta profundamente a los procesos físicos y químicos. Los investigadores utilizan estas condiciones inusuales para cultivar cristales que son significativamente más grandes y de estructura más regular que los que se pueden obtener en la Tierra. En nuestro planeta, la fuerza de la gravedad y procesos como la convección y la sedimentación, que separan las mezclas por densidad, introducen inevitablemente imperfecciones en la red cristalina.


En el marco de la investigación NanoRacks-COSMOS, los científicos utilizaron el entorno de la Estación Espacial Internacional para cultivar y analizar la estructura tridimensional de los cristales de nitrato de plata. El objetivo era obtener cristales de calidad superior, libres de los defectos causados por la gravedad. El estudio de la estructura molecular de estos cristales de nitrato de plata casi perfectos tiene un enorme potencial para su aplicación en la nanotecnología. Una de las aplicaciones más prometedoras es la creación de nanocables de plata, que son componentes clave para el desarrollo de la electrónica a nanoescala. Estos hilos conductores ultrafinos podrían permitir la producción de dispositivos electrónicos más pequeños, rápidos y eficientes, abriendo un nuevo capítulo en el desarrollo de la tecnología. Este proyecto es un ejemplo perfecto de cómo la investigación científica fundamental en el espacio puede impulsar innovaciones revolucionarias en la Tierra.


Un cuarto de siglo en el umbral de una nueva era de exploración


Mientras hacemos la cuenta atrás para el jubileo de plata, es importante contemplar el panorama general. Veinticinco años de presencia humana ininterrumpida en órbita no son solo un logro técnico; son un testimonio de resistencia, innovación y, sobre todo, de cooperación internacional. Más de 20 países han participado en el proyecto de la EEI, y miles de científicos, ingenieros y astronautas han aportado sus conocimientos y su trabajo a esta estación. Se ha convertido en un símbolo global de lo que la humanidad puede lograr cuando trabaja unida. En la estación se han realizado más de 3.000 experimentos científicos en los campos de la biología, la física, la astronomía y la fisiología humana, que han hecho avanzar nuestra comprensión de la vida en la Tierra y más allá.


Toda la investigación, incluida la basada en la plata, no es un fin en sí misma. Representa la base sobre la que se construyen futuras misiones, aún más ambiciosas. Cada experimento que ayuda a proteger la salud de los astronautas, cada nuevo material probado en condiciones extremas y cada conocimiento sobre la adaptación del cuerpo humano al espacio contribuye directamente a los preparativos para el regreso a la Luna a través del programa Artemis y, finalmente, para el salto histórico: enviar una tripulación humana a Marte. La Estación Espacial Internacional se acerca lentamente al final de su vida operativa, con una desorbitación controlada prevista para alrededor de 2031, pero su legado no ha hecho más que empezar. Ha sentado las bases para una nueva generación de estaciones espaciales comerciales y ha garantizado que la presencia humana en el espacio se convierta en algo permanente, abriendo las puertas a un futuro en el que las fronteras se extienden mucho más allá de nuestro planeta.

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Hora de creación: 21 agosto, 2025

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