La Agencia Espacial Europea (ESA) ha confirmado oficialmente la selección de la misión WIVERN como la undécima iniciativa pionera dentro de su prestigioso programa Exploradores de la Tierra (Earth Explorer). Después de años de planificación meticulosa, desarrollo y un riguroso proceso de selección, los Estados miembros de la ESA han dado luz verde a la implementación de este revolucionario satélite que promete desvelar algunos de los secretos mejor guardados de la atmósfera terrestre. WIVERN, cuyo nombre es un acrónimo de "wind velocity radar nephoscope" (nefoscopio de radar de velocidad del viento), será la primera misión en la historia capaz de medir directamente la dinámica de los vientos dentro de las nubes a escala global, llenando así un vacío crítico en el sistema de observación por satélite existente de nuestro planeta.
Un avance científico en el corazón de las tormentas
Hasta ahora, los científicos han dependido de métodos indirectos para estimar el movimiento de las masas de aire dentro de los sistemas nubosos. Los satélites existentes rastrean el movimiento de las cimas de las nubes o el vapor de agua en la atmósfera despejada, pero lo que sucede en el centro mismo de los fenómenos meteorológicos, dentro de nubes densas y opacas, ha permanecido en gran parte desconocido. Es precisamente este "punto ciego" el que representa uno de los mayores desafíos en la meteorología y la climatología modernas. La misión WIVERN está diseñada para abordar directamente este desafío. Su objetivo principal es proporcionar las primeras mediciones globales y directas de los campos de viento dentro de las nubes, lo que brindará a los científicos una visión sin precedentes de la estructura interna y la dinámica de las nubes. Además de los vientos en sí, el satélite también recopilará perfiles detallados de gotas de agua, lluvia, nieve y hielo dentro de estos sistemas, ofreciendo una imagen tridimensional completa de los procesos que impulsan nuestro clima.
Tecnología de vanguardia para la observación de la Tierra
En el corazón de la misión WIVERN se encuentra su sofisticado instrumento principal: un radar Doppler de doble polarización que opera a una frecuencia de 94 GHz. Este radar tecnológicamente avanzado realizará un escaneo cónico, lo que le permitirá cubrir una franja impresionantemente ancha de 800 kilómetros sobre la superficie de la Tierra en cada pasada. El uso de la frecuencia de 94 GHz es clave, ya que permite que la señal penetre a través de densas capas de nubes y mida con precisión el movimiento de las partículas en su interior. El efecto Doppler, el principio en el que se basa el funcionamiento del radar, permitirá determinar con precisión la velocidad a la que las gotas de agua o los cristales de hielo se mueven hacia el radar o se alejan de él, obteniendo así directamente información sobre la velocidad del viento. La doble polarización de la señal proporcionará información adicional importante sobre la forma y el tipo de hidrometeoros (lluvia, nieve, hielo), enriqueciendo aún más el conjunto de datos. Dicha configuración garantizará una cobertura casi diaria de vastas áreas del planeta, lo cual es crucial para monitorear los rápidos cambios en la atmósfera.
Mejora de los pronósticos meteorológicos y comprensión del clima
Los datos que WIVERN recopilará tienen un enorme potencial para mejorar nuestras capacidades de predicción de fenómenos meteorológicos extremos. Una mejor comprensión de la dinámica interna de los sistemas de tormentas, como huracanes, ciclones y sistemas convectivos de mesoescala, se traducirá directamente en pronósticos más precisos de su intensidad y trayectoria. Esto permitirá alertas oportunas y una mejor preparación de las comunidades ante eventos meteorológicos potencialmente peligrosos, lo que puede salvar vidas y reducir daños materiales. Además de los pronósticos a corto plazo, WIVERN también tendrá un impacto a largo plazo en la ciencia del clima. Las nubes y la precipitación representan una de las mayores fuentes de incertidumbre en los modelos climáticos. Los datos detallados y globales sobre los perfiles de nubes y precipitación que proporcionará esta misión serán invaluables para mejorar y validar estos modelos, lo que conducirá a proyecciones más fiables de los futuros cambios climáticos.
"Las misiones de los Exploradores de la Tierra han superado consistentemente las expectativas, utilizando tecnologías innovadoras para proporcionar conocimientos cruciales sobre nuestro planeta, desde la dinámica del clima hasta el derretimiento del hielo y la gravedad", dijo Simonetta Cheli, Directora de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA. "Después de un riguroso proceso de selección, estamos emocionados de dar la bienvenida a WIVERN a la familia de los Exploradores de la Tierra y ansiosos por ver la ciencia revolucionaria que ofrecerá."
El camino hacia la selección: Una carrera larga y exigente
La selección de la misión WIVERN es la culminación de un proceso largo y altamente competitivo que comenzó en 2020, cuando la ESA lanzó una convocatoria a la comunidad científica para nuevas y audaces ideas de misiones que empujarían los límites de la ciencia de la Tierra y la tecnología satelital. De las 15 propuestas iniciales, cuatro fueron seleccionadas para estudios de viabilidad más detallados. En 2023, esa elección se redujo a solo dos finalistas: WIVERN y CAIRT. Ambos conceptos pasaron por un intenso período de evaluación, que incluyó la publicación de informes detallados y una conferencia de consulta de usuarios en profundidad en julio, donde los científicos tuvieron la oportunidad de examinar y evaluar cada propuesta en detalle. La recomendación final fue hecha por el Comité Asesor para la Observación de la Tierra (ACEO) de la ESA, que, después de una evaluación exhaustiva, propuso WIVERN para su implementación. Esta decisión fue confirmada formalmente por la Junta del Programa de Observación de la Tierra de la ESA el 24 de septiembre de 2025.
CAIRT: Un fuerte competidor con una misión importante
El otro finalista, la misión CAIRT (Changing-Atmosphere Infrared Tomography), representaba un concepto extremadamente sólido y científicamente relevante. Su objetivo era recopilar las mediciones necesarias para un avance fundamental en la comprensión de los vínculos entre el cambio climático, la química atmosférica y la dinámica a altitudes de aproximadamente 5 a 115 kilómetros. Esta es la región de la atmósfera donde ocurren procesos clave relacionados con la capa de ozono, el transporte de gases de efecto invernadero y los contaminantes. "La decisión fue realmente muy difícil. Los objetivos científicos de la misión CAIRT son oportunos e importantes, abordando grandes incógnitas con también significativos beneficios sociales", señaló el profesor René Forsberg, presidente de ACEO. Aunque se recomendó WIVERN, el comité alentó firmemente la continuación de los estudios científicos y las campañas de campo para CAIRT, dejando la puerta abierta para una posible implementación futura.
Rune Floberghagen, Jefe del Departamento de Acción Climática, Sostenibilidad y Ciencia de la ESA, explicó las ventajas clave que inclinaron la balanza a favor de la misión ganadora: "En última instancia, WIVERN ofreció la gama más amplia de aplicaciones científicas y sociales, abarcando la atmósfera, el océano y el hielo, mientras que su franja de imágenes excepcionalmente ancha prometía una cobertura casi diaria de vastas áreas de la superficie de la Tierra." Esta capacidad de proporcionar datos frecuentes y globales fue crucial en la decisión final, asegurando que WIVERN tendrá el máximo impacto en la meteorología operativa y la investigación climática a largo plazo.
Hora de creación: 4 horas antes