Un equipo científico internacional liderado por expertos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y con la colaboración de otras instituciones de la red NCCR PlanetS publicó el 1 de diciembre de 2025 resultados que marcan un avance científico en el estudio de los exoplanetas. Mediante el uso del telescopio espacial James Webb Space Telescope (JWST) se han registrado inmensas nubes de helio que escapan de la atmósfera del exoplaneta WASP-107b — un fenómeno que hasta ahora no se había registrado con tal precisión y alcance.
WASP-107b, descubierto en 2017, orbita alrededor de una estrella de tipo K a una distancia de unos 210 años luz en la constelación de Virgo. Aunque su tamaño es comparable al de Júpiter (radio de aproximadamente 0,96 Júpiter), su masa es solo de alrededor del 9–12 % de la de Júpiter — lo que lo clasifica en la rara clase de los llamados exoplanetas "super-puff", de atmósfera extremadamente enrarecida y baja densidad. Su órbita es extremadamente cercana a la estrella — unas siete veces más cerca que Mercurio del Sol — lo que, junto con la fuerte radiación estelar, hace que la atmósfera sea extremadamente vulnerable a la pérdida de gases.
Primer vistazo a la fuga atmosférica en tiempo real
El equipo de astrónomos utilizó el instrumento NIRISS-SOSS del telescopio JWST para la medición espectroscópica del tránsito de WASP-107b frente a su estrella. Lo que se registró — absorción de helio pre-tránsito aproximadamente 1,5 horas antes de la entrada misma del planeta en el disco de tránsito — atestigua que el gas de helio no solo fluye detrás del planeta, sino también delante de él, a lo largo de la órbita. La absorción de helio más fuerte fue de aproximadamente el 2,4 % (con una increíble solidez estadística de 36σ), mientras que la detección en la fase pre y post-tránsito estuvo al nivel de 17σ. Esto confirma el escape continuo y fuerte de la atmósfera en forma de una enorme "envoltura" enrarecida o exosfera, que se extiende por decenas de radios planetarios.
Geometría del escape atmosférico: cola y nube frontal
Los modelos de comportamiento de la atmósfera, desarrollados en la UNIGE, sugieren que la masa de helio no se limita solo a la cola detrás del planeta, sino que también forma una nube frontal — lo que da al sistema una apariencia casi cometaria. Ese gas absorbe continuamente la luz de la estrella y hace que los cambios de brillo sean visibles incluso antes de la entrada del planeta en tránsito, lo que representa el ejemplo más convincente registrado hasta la fecha de "fuga atmosférica" (atmospheric escape) en exoplanetas.
Además de helio, el JWST también registró rastros de vapor de agua (H₂O), monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO₂) y amoníaco (NH₃). Es interesante que en WASP-107b — a pesar de la sensibilidad de los instrumentos — no se detectó metano (CH₄), lo que arroja luz sobre la inusual estructura química de la atmósfera y apunta a fuertes procesos de mezcla y desequilibrio químico.
Implicaciones para el origen y la evolución de los planetas
Todas estas características — gran tamaño con baja masa, atmósfera extendida, aparición de helio, agua y moléculas, sin presencia de metano — apoyan el escenario según el cual WASP-107b no se originó en su órbita actual. Probablemente se formó mucho más lejos de la estrella, luego migró cerca de ella, y debido a la intensa radiación obtuvo una atmósfera hinchada que ahora pierde en el espacio.
Esto es clave para comprender la evolución de los exoplanetas: muestra que las pérdidas atmosféricas — especialmente en mundos gaseosos y semigaseosos de órbita cercana — pueden cambiar dramáticamente su estructura y composición química a lo largo del tiempo. El estudio de tales sistemas ofrece una valiosa visión sobre la expansión y desaparición de atmósferas, pero también sobre las migraciones de planetas dentro de sus sistemas.
Por qué el descubrimiento es revolucionario
Anteriormente, se había identificado helio en la atmósfera de WASP-107b mediante el telescopio Hubble (2018), y estudios posteriores indicaban colas extendidas de gases en la exosfera. Pero con las nuevas mediciones del JWST, los astrónomos han obtenido la primera representación "fotográfica" extremadamente detallada y completa de la fuga atmosférica — en tiempo real y con precisión espectroscópica. Esto representa un punto de inflexión en las formas en que podemos monitorear la evolución de las atmósferas externas de los exoplanetas.
Los expertos destacan que tal proceso de enrarecimiento atmosférico, aunque lento para un planeta como la Tierra — en el cual escapan apenas unos pocos kilogramos de gas por segundo — en exoplanetas super-puff puede significar la evaporación completa de la atmósfera a lo largo de millones o miles de millones de años, lo que puede cambiar fundamentalmente el destino de tales planetas.
Por lo tanto, WASP-107b se convierte en un nuevo punto de referencia para comprender cómo la radiación estelar y la debilidad gravitacional pueden moldear los destinos de los exoplanetas, influir en su masa, composición atmosférica y estabilidad a largo plazo.
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