Pueblos flotantes como solución al aumento del nivel del mar
Los Países Bajos se están preparando para un nuevo desafío del cambio climático: el aumento del nivel del mar. A medida que la tierra se hunde cada vez más por debajo del nivel del mar y la población crece, la idea de construir pueblos flotantes se vuelve cada vez más atractiva. Los Países Bajos, conocidos por su capacidad para gestionar el agua, ahora se están volviendo hacia nuevas tecnologías para superar los desafíos que plantea el aumento del nivel del mar.
Uno de los planes más ambiciosos es la construcción de un pueblo flotante en el área de Zuidplas, que es literalmente la zona más baja del país. La colonia, llamada Cortelande, fue elegida en un concurso público y está destinada a 8,000 hogares. El pueblo estará ubicado a 4.45 metros por debajo del Normaal Amsterdams Peil (NAP), el punto de referencia básico para medir los niveles de agua en los Países Bajos. Este pueblo representa un enfoque innovador en la construcción urbana, ya que combina tecnologías modernas, materiales reciclados y soluciones sostenibles para los desafíos que conlleva vivir por debajo del nivel del mar [7].
Schoonschip y Waterbuurt - ejemplos de construcción exitosa sobre el agua
La ciudad de Ámsterdam ya es conocida por sus colonias flotantes. Schoonschip, un pequeño proyecto que comenzó en 2009, se ha convertido en un pionero en el diseño de asentamientos flotantes en el país. Esta colonia comprende 30 casas, de las cuales la mitad son de dos pisos, y fue creada como prototipo de una comunidad sostenible. Los residentes de Schoonschip a menudo comparten recursos como bicicletas y automóviles y utilizan energía solar y bombas de calor compartidas para reducir el consumo [8]. De manera similar, Waterbuurt es un proyecto más grande sobre el agua que se extiende por el lago Eimer, y las casas fueron construidas para atender la creciente población y las crecientes necesidades de vivienda [9].
La singularidad de estas casas flotantes radica en su arquitectura e innovación. Las casas de Waterbuurt están hechas de madera, plástico y vidrio, y están estabilizadas utilizando caissons de concreto para evitar que se balanceen durante tormentas o el paso de embarcaciones más grandes. Los residentes tienen acceso a la tierra firme a través de muelles de concreto, y debajo de ellos pasan instalaciones para agua, alcantarillado, electricidad y gas. Esta colonia simboliza el futuro de la construcción urbana en un país que ha estado luchando con el agua durante siglos [9].
Ventajas y desafíos de las colonias flotantes
Las colonias flotantes llevan numerosas ventajas, pero también desafíos. Por un lado, estos hogares ayudan a abordar el problema de la escasez de terrenos para la construcción en áreas como los Países Bajos, donde más de un tercio de la tierra está por debajo del nivel del mar. Olthuis, un arquitecto que ha diseñado más de 300 edificios flotantes, enfatizó que vivir sobre el agua ayuda a los Países Bajos a enfrentar la amenaza de inundaciones de una manera que se integra en el entorno natural, incluso con inundaciones ocasionales [8].
Por otro lado, los desafíos como las condiciones tormentosas y el aumento del balanceo de las estructuras siguen siendo factores importantes en el diseño de estas casas. En Schoonschip, por ejemplo, durante las primeras tormentas, los residentes sintieron oscilaciones que se transmitieron hasta el tercer piso de sus casas. Además, la conexión a los sistemas de infraestructura urbana, como la red eléctrica y el alcantarillado, requiere cables y bombas especiales a prueba de agua [8].
Estrategias para hacer frente al cambio climático
En lugar del enfoque clásico de construir diques para prevenir inundaciones, el gobierno holandés ha optado por una estrategia llamada "Room for the River", que permite que ciertas áreas se inunden durante períodos de fuertes lluvias. Este cambio de paradigma simboliza un enfoque diferente en la gestión del agua: aceptación en lugar de lucha contra el agua. Las colonias flotantes representan un paso lógico en esa dirección, ya que permiten a los residentes vivir junto al agua sin miedo a las inundaciones [8].
Los arquitectos que trabajan en proyectos de casas flotantes colaboran con ingenieros y ecologistas para crear comunidades sostenibles y seguras que puedan hacer frente a los cambios ambientales. Una de las formas en que se logra la sostenibilidad es utilizando materiales ecológicos y creando redes microenergéticas que permiten compartir el exceso de energía entre los residentes. De esta manera, vivir sobre el agua no solo se vuelve ecológico, sino que también contribuye a la independencia energética de la comunidad [8].
El futuro de la construcción sobre el agua
Los pueblos flotantes podrían convertirse en una solución clave para los desafíos climáticos que enfrentan no solo los Países Bajos, sino también muchos otros países de todo el mundo. Los Países Bajos son una prueba viva de que es posible transformar la incertidumbre que conlleva el aumento del nivel del mar en una oportunidad para la innovación y la vida sostenible. La creciente demanda de casas flotantes indica que este tipo de vivienda se está convirtiendo cada vez más en algo común, especialmente en áreas urbanas donde la tierra es un recurso limitado [10].
A medida que el cambio climático se convierte en una realidad, la construcción sobre el agua puede convertirse en una necesidad para muchas comunidades de todo el mundo. Los ejemplos holandeses muestran cómo podemos cambiar nuestra relación con el agua: no como una amenaza, sino como una oportunidad para crear un nuevo entorno de vida.
Hora de creación: 17 horas antes
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