El comportamiento animal a menudo esconde complejos mecanismos de supervivencia perfeccionados a lo largo de millones de años de evolución. Los hábitos aparentemente simples y cotidianos de nuestras mascotas pueden tener orígenes profundamente arraigados en su pasado salvaje. Uno de esos enigmas, que hasta hace poco pasaba desapercibido para la comunidad científica, es la posición en la que los gatos prefieren dormir. Un nuevo y revolucionario estudio revela que la elección del lado sobre el que un gato se duerme no es en absoluto aleatoria, sino que representa una sofisticada estrategia de supervivencia.
Un equipo internacional de científicos ha llegado a una conclusión sorprendente: los gatos prefieren de forma estadísticamente significativa dormir sobre su lado izquierdo. Este descubrimiento, publicado en la prestigiosa revista científica Current Biology el 23 de junio de 2025, arroja una luz completamente nueva sobre la comprensión del comportamiento felino y los procesos neurobiológicos que lo sustentan. La investigación sugiere que esta preferencia no está relacionada con la comodidad, sino con una ventaja evolutiva que optimiza su capacidad para cazar y escapar inmediatamente después de despertarse.
Una ventaja evolutiva, no un mero hábito
Para cualquier animal, el sueño es un período de extrema vulnerabilidad. Los gatos, que duermen una media de entre 12 y 16 horas al día, buscan instintivamente lugares elevados y seguros para protegerse de posibles depredadores. Pero la seguridad no depende solo de la ubicación, sino también de mecanismos internos que permiten una reacción rápida en caso de peligro. Aquí es donde entra en juego el fenómeno conocido como lateralización cerebral: la especialización de los hemisferios izquierdo y derecho para diferentes tareas.
Como explica el Prof. Dr. Onur Güntürkün del Departamento de Biopsicología de la Universidad del Ruhr en Bochum, uno de los autores principales del estudio, las asimetrías en el comportamiento pueden aportar ventajas clave porque permiten al cerebro procesar diferentes tipos de información de manera más eficiente. En colaboración con colegas de la Universidad Aldo Moro de Bari en Italia, y socios de Alemania, Canadá, Suiza y Turquía, los científicos se propusieron investigar si tal asimetría existe también en los hábitos de sueño de los gatos.
Su hipótesis era que la elección del lado para dormir afecta directamente a qué hemisferio cerebral procesará primero los estímulos del entorno al despertar, lo que puede ser crucial en situaciones críticas.
El hemisferio derecho: El cerebro para la supervivencia
La clave para entender este fenómeno reside en la forma en que el cerebro de los mamíferos procesa la información visual. Los datos del campo visual izquierdo se procesan principalmente en el hemisferio derecho del cerebro, y viceversa. Cuando un gato duerme sobre su lado izquierdo, su ojo izquierdo y su oído izquierdo están más expuestos y son los primeros en percibir el entorno al despertar. Esto significa que la información sobre una posible amenaza o presa va directamente al hemisferio derecho del cerebro.
El hemisferio derecho, como han demostrado numerosos estudios en diferentes especies, está especializado en procesar la conciencia espacial, reconocer amenazas, gestionar emociones fuertes como el miedo y la agresión, y coordinar movimientos rápidos y repentinos, como la huida. Por lo tanto, cuando un gato se despierta de dormir sobre su lado izquierdo, su cerebro se "activa" instantáneamente en modo de supervivencia. Las señales visuales y auditivas de peligro van inmediatamente al centro que está mejor equipado para interpretarlas e iniciar una reacción física adecuada. Esa fracción de segundo de ventaja puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en la naturaleza, o entre un ratón capturado y una oportunidad perdida en un entorno urbano.
Esta estrategia asegura que el gato, incluso en la transición del sueño profundo al estado de vigilia, esté máximamente preparado para reaccionar ante circunstancias imprevistas. Es un ejemplo perfecto de cómo la evolución moldea incluso los aspectos más sutiles del comportamiento para aumentar las posibilidades de supervivencia.
Ciencia moderna y YouTube: Un nuevo enfoque para la investigación
Para probar su hipótesis, el equipo de investigación dirigido por la Dra. Sevim Isparta de la Unidad de Investigación de Fisiología y Comportamiento Animal en Bari, recurrió a un método innovador y no invasivo. En lugar de las clásicas observaciones de laboratorio que pueden causar estrés en los animales y afectar su comportamiento natural, los científicos recurrieron a una enorme base de datos de acceso público: YouTube.
Analizaron cuidadosamente hasta 408 vídeos en los que se veía claramente a un solo gato durmiendo de lado durante al menos diez segundos. Los criterios de selección fueron estrictos: solo se utilizaron vídeos originales, sin editar y no invertidos ("flipped") para garantizar la autenticidad del comportamiento observado. Los resultados fueron inequívocos. En hasta dos tercios de los casos analizados, los gatos dormían sobre su lado izquierdo. Esta diferencia estadísticamente significativa confirmó la existencia de una clara preferencia.
Este enfoque, que utiliza datos masivos generados por los usuarios, representa una nueva y emocionante dirección en la etología (la ciencia del comportamiento animal), que permite el estudio de los animales en su entorno natural sin perturbaciones.
El contexto más amplio del mundo animal
El fenómeno de la lateralización no se limita solo a los gatos. Se han observado asimetrías similares en el comportamiento en todo el reino animal. Por ejemplo, muchas especies de aves mantienen un ojo abierto durante el sueño, el que está conectado con el hemisferio cerebral despierto, para vigilar a los depredadores. Los peces a menudo muestran una tendencia a girar hacia un lado cuando se enfrentan a una amenaza, lo que también está asociado con la especialización de los hemisferios cerebrales.
Estos hallazgos enfatizan que la división del trabajo entre los lados izquierdo y derecho del cerebro es un principio fundamental de la organización del sistema nervioso en los vertebrados. El hemisferio izquierdo suele ser el responsable de las tareas rutinarias y cotidianas, el análisis de estímulos familiares y el control de patrones de comportamiento establecidos. Por otro lado, el hemisferio derecho es el "especialista en emergencias", que reacciona a lo nuevo, inesperado y potencialmente peligroso. La tendencia de los gatos a dormir sobre el lado izquierdo encaja perfectamente en este patrón evolutivo más amplio, demostrando cómo la naturaleza ha encontrado una solución eficaz para equilibrar la necesidad de descanso y la necesidad constante de precaución.
El sueño como clave para la supervivencia
Los gatos, como cazadores crepusculares (más activos al amanecer y al anochecer), son maestros en la conservación de energía. Sus largos períodos de sueño no son un signo de pereza, sino una preparación necesaria para ráfagas cortas e intensas de actividad de caza. Durante el sueño, los gatos pasan por diferentes fases, incluido el sueño ligero y el sueño REM más profundo. Incluso durante el sueño ligero, sus sentidos, especialmente el oído y el olfato, permanecen extremadamente activos. Sus orejas pueden moverse y captar sonidos, lo que les permite evaluar la situación sin despertarse por completo.
La preferencia por dormir en el lado izquierdo, como revela este estudio, es otra capa fascinante en la compleja arquitectura de la supervivencia felina. Es un mecanismo silencioso pero poderoso que asegura que estos elegantes depredadores estén siempre un paso por delante, incluso cuando parecen más vulnerables. La próxima vez que vea a su gato durmiendo una siesta, girado sobre su costado izquierdo, sabrá que no solo está presenciando una escena de serenidad, sino también una estrategia evolutiva perfectamente afinada que se desarrolla ante sus ojos.
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Hora de creación: 8 horas antes